Estabamos sentadas en una terraza del restaurante Morning Thunder del pueblo que era bastante bueno, su café estaba genial pero no pensaba en eso. No, que va, eso era lo último en lo que pensaba.
Tenía las gafas de sol puestas y un vestido de flores blanco, mirando a un punto no específico. Las gafas eran por que no pude dormir mucho la noche anterior después de lo de Alex y ver una historia de Instagram de mis amigas que estaban de compras y pasándolo en grande, me alegraba por ellas, en serio pero aun así, me sentía...sola
-¿Entonces que vas a hacer?- Clarie estaba enfrente mia con una cara sería. Le habia contado todo, por que sentí que podia contarselo
-Nada, por ahora- no me apetecía llevar una discusión a distancia, la verdad, si Los Ángeles ya está lejos de por sí, un problema se puede poner peor con la comunicación de mierda que había entre nosotros ahora.
-venga Mia, es un buen amigo por lo que me has dicho...
-ya, pero no puedo ayudarle...no de esta forma, me duele que me lo pida- intentaba parecer tranquila y no mirarla directamente, pero era verdad.
-pues díselo- me aconsejó, eso me parecía ese recurso que solo usarias si la cosa se pone fea, lo que yo llamo: Último recurso
- ¿el qué?-la miré al fin- ¿Que después de dos meses no he podido superarlo y que me tome por la niña que siempre me dice que soy? Si, no me convence la verdad
- Creo que si de verdad es tu amigo, no dirá eso- me dijo con paciencia.
Bueno...no tenía nada claro, yo nunca habia sido buena mintiendo, es decir no podria decirle que me alegraba por él cuando no era cierto, y no podía aconsejarle cuando me molestaba la situación.
-no sé -dije apartando la mirada otra vez- no tengo ni idea de qué voy a hacer -pero se me ocurrió una idea- oye...¿quieres un helado?- se empezó a reir
-Acabamos de desayunar un gofre y tu estás pensando en helado, eres una gocha como yo , por eso no te voy a decir que no- dijo haciéndose la diva.
-oye perdona- dije muy ofendida- pero los helados son sagrados, esa es la primera lección que aprenderás conmigo, Clars- nos levantamos para entrar en el bar dónde habia visto un delicioso helado de avellanas.
-¿Clars?...ummm no me disgusta, nunca me lo habian dicho, tu eres Mia y tambien solo mia- nos reimos mientras decidiamos nuestros helados y pagabamos todo para ir a dar una vuelta y me comentaba sitios donde teniamos que ir si o si.
-¿...en serio? Una galería de arte y un museo en un pueblo del quinto pepino, vaya no me lo esperaba
- a ver- dijo lamiendo la cucharilla del helado- es arte de los alumnos del Instituto, pero es una galeria de arte, te podría gustar- tiramos las tarrinas vacias y cruzamos un par de puestos para cruzar una calle
- está bien, pero solo te digo que prefiero la musica antes que el art- entonces vi la cara de pánico de Clarie y como rápidamente me cogió del brazo para apartarme del cruze, y juro, os lo prometo, que sentí como algo me rozaba el culo.
Cuando escuché un motor y pude ver una moto con tonos azules marinos, me dí cuenta de que casi me atropellan y grité
-TE HAN REGALADO EL CARNET, PERO NO MI VIDA GILIPOLLAS!!!!- el conductor se giró pero siguió su camino- idiota
-si...mejor vamos a ver unas pelis a mi casa...-pero vi como se quedaba pensativa
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-Dios, que bonito- al parecer Clarie nunca se habia visto ni una sola pelicula de Crepúsculo, ni una y ahora nos estabamos terminando la primera pelicula y ella...bueno estaba casi llorando
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Dónde nos ha traido el tiempo- (1)
Ficção AdolescenteSi se hubiesen parado a pensar qué estaban haciendo, quizás, solamente quizás, no hubiese salido tan perfecto. Y ellos no eran la perfección en sí. Asique ¿qué podría salir mal? ¿acaso no era el amor lo más poderoso? Amelia y Bradley lo descubrirí...