JiMin sintió el calor del cuerpo de JungKook, su barbilla haciendo contacto con su cabello mientras le rodeaba el cuello con un brazo. JiMin pensó que lo hizo porque creía que tenía frío, y le miró a hurtadillas, sin saber qué hacer.
Fiel a sus palabras, nadie prestó atención a su cercanía; o tal vez fingieron no hacerlo. Aun así, JiMin no era tan desvergonzado como para estar tan cerca de un hombre... aunque fuera su esposo.
Reunió en su lengua las palabras adecuadas para decir, temeroso de su posible ira.
"Es-Está bien. Qui-Quiero decir... sólo aléjate un poco..."
"Lo estás molestando. Por favor, sé considerado."
JiMin levantó la cabeza ante la repentina voz que los interrumpió. No sólo fue una interrupción ordinaria, sino que un subordinado reprendió a JungKook, su supuesto capitán. Descubrió que provenía de un joven delgado, que parecía tener unos veinte años, de pie a tres o cuatro pasos de distancia con una pequeña lámpara en la mano.
"No seas entrometido, YoonGi. Vete." JungKook suspiró, casi con impaciencia.
Sin inmutarse por su fría bienvenida, YoonGi se las arregló para responder con frialdad. "¿Cuánto tiempo vas a seguir gruñendo como un bárbaro? No voy a molestarte, así que puedes dejar de hacer eso."
Ante tan descaradas palabras, los ojos de JiMin se abrieron de par en par. El hombre que implacablemente se dedicó a hablar en contra de JungKook captó su mirada, y esta vez sus ojos se dirigieron hacia JiMin. Sintiendo que él lo había visto hacer algo descortés, JiMin intento levantarse a toda prisa.
Como si estuviera sujetado por una cuerda, JungKook lo detuvo, sentándose a regañadientes.
"...¿qué te importa?" dijo finalmente, con un tono un poco más suave que antes.
"Traje esto," levantó la luz brillante, "porque pensé que tendrías frío." Aunque no especificó a quién se refería, era obvio que hablaba de JiMin.
Entonces, sus manos buscaron en los bolsillos de sus costados, hurgando durante un tiempo antes de volver a sacarlas. Una pequeña piedra que emitía luces suaves iluminaba la palma del hombre. Al verlas, JiMin sintió que la tranquilidad lo envolvía.
Las luces se acercaron más con los pasos del hombre.
"Piedra Mágica de Fuego. Posee un hechizo para mantenerte caliente. Tómala y mantenla cerca de ti," dijo.
JiMin instantáneamente se sintió nervioso, "Esto... ¿esto es para mí?"
No pudo evitar la sorpresa de la inesperada amabilidad, haciendo que las cejas de YoonGi se levantaran a su vez.
"¿Para quién más? La gente reunida aquí son hombres fuertes que pueden incluso permanecer desnudos bajo una fuerte helada," escupió con una actitud descuidada, sin importarle en absoluto que fuera un doncel quien recibía sus palabras.
Luego continuó explicando, "Pero tú eres diferente. Parece que no tienes mucha resistencia... En cualquier caso, me sentiré responsable si te resfrías aquí. Piensa en ello como una medida preventiva."
Al oír que podía ser una carga, JiMin lo aceptó sin decir una palabra más. El aire caliente envolvió suavemente todo su cuerpo tan pronto como la piedra estuvo en sus manos, tal como él había explicado. Por un momento, cuando sólo miraba la piedra con asombro, pronto se dio cuenta de que aún no le había agradecido su generosidad.
Levantó la cabeza en pánico.
"Gracias... S-Sir, Sir YoonGi."
El taciturno semblante del hombre se suavizó ante su gratitud murmurada.
"No soy un caballero sino un mago. Puedes llamarme YoonGi," dijo.
El hombre se retiró entonces y volvió a su lugar al otro lado, como si hubiera terminado con el propósito que tenía. JungKook, que había estado observando su intercambio en silencio, se recostó y lo arrastró con él. JiMin pudo sentir el temblor en su toque y el nerviosismo que lo acompañaba.
"Estás cansado." Empezó a decir, "Duérmete. Nos iremos mañana tan pronto como amanezca."
La mano de JungKook se movió entonces para apagar la luz de la lámpara de aceite colocada a su lado. Como si los otros caballeros le hubieran estado esperando, las luces del lugar se apagaron en sucesión, sumergiendo el espacio en una lúgubre oscuridad. JiMin, que se retorcía incómodamente en los brazos de JungKook, no pudo soportar la terrible fatiga que le llegó y cerró los ojos.
El constante golpeteo del pecho de Jeon contra su mejilla provocaba un sonido muy parecido a los de una canción de cuna. Y al instante, su preocupación por dormir en este lugar se desvaneció, reemplazado sólo por un profundo sueño.
*
Cuando la mañana descendió, lo que una vez fue la espeluznante apariencia de la aldea de anoche se fue, reemplazada por un brillo vivo. Ante sus ojos, una hermosa vista panorámica del Bosque Yudical se extendía más allá de la hilera de cabañas como un telón de fondo. Interminables campos dorados de trigo también se extendían ante su vista, moviéndose como las olas del océano en una mañana tranquila.
JiMin salió del almacén para lavarse la cara en el único arroyo que había. Por la mañana, temprano, el agua estaba lo suficientemente fría como para congelar sus manos. Se mojó su cabello, la brisa fresca besaba su cara húmeda, y hacía que todo su cuerpo se erizara con el ligero viento.
Después de hacer un pequeño esfuerzo para arreglarse, JiMin regresó al almacén, secándose la cara cuidadosamente con las mangas de su camisa. Vio que los caballeros ya se habían reunido frente al carruaje a su regreso, listos para partir.
JungKook fue el primero en verlo.
"Oye, no vayas por ahí solo."
"Yo-yo lo siento." Con su voz severa, JiMin bajó la cabeza y se precipitó hacia delante. JungKook entonces lo subió al carruaje, con el ceño fruncido, como si todavía tuviera un sermón para él.
Y como era de esperar, añadió,
"Nunca actúes por tu cuenta. El Bosque Yudical alberga muchos monstruos."
JiMin tembló, recordando los horribles seres que había visto el primer día. Sin embargo, fue su impotencia ante sus ataques lo que le hizo temblar de miedo.
"Sí, sí, tendré cuidado."
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THE RETURN -KOOKMIN
FanfictionEl corazón de Park JiMin se detuvo cuando escuchó la noticia de que su esposo había regresado. Sus pies quisieron perder fuerza, él estaba asustado. JiMin sabia muy bien que no le amaba, lo suyo había sido un matrimonio por conveniencia, una trampa...