-Mierda, mierda, mierda -el joven azabache de capucha se ocultaba tras los muros de la institución.
Kim y Park estaban en la puerta, conversando gratamente con un grupo pequeño conformado por chicos y chicas.
Seguramente el timbre sonó hace mucho, tal vez cuando él aún seguía en la parada de autobús, mierda, esos dos siguieron parados allí, ¿por qué seguían viniendo si ni siquiera pensaban entrar a clases?
Como sea, aún después de años se pregunta que tan retrasados deben estar para encontrar divertido molestar a un compañero.
Darles un porcentaje de la propina y cruzar un par de palabras mordaces, ellos eran casi el equivalente a tener amigos.
Eran solo niños, no es cómo que le importara hacer de eso algo más grande.
Siempre era lo mismo, se burlaban de su pelo, cara, ropa, cualquier cosa visible y existente era excusa, ya paso mucho como para que le siguiera importando.
Pero, debía entrar al maldito salón, salió tarde de casa y no quería una tardanza de 1 hora sumándole la media hora de la casa a la secundaria.
Aún retorciéndose por la decisión y algo fastidiado emprendió camino, obviamente no tomo mucho par-
-Jungkookie, ¿Llegando tarde? Eso no es clásico de ti, eh, no te vuelvas un chico descuidado. -con su boca hipócrita hablo Kim.
Con fingida preocupación o cercanía en su tono de voz, a veces creía que le divertía actuar así con él.
-Jum, Jeon, buen día eh, ya sabes nuestro saludo, el dinero, rápido. -hablo con una mirada afilada, de esta vez Park.
Con ese tono escalofriante, postura y juego de sombras de un clásico matón de un manhwa.
Con las manos en los bolsillos viéndose tan confiado como siempre, se preguntaba si en algún momento lo vería como un igual y no siempre alguien altivo.
Pudo escuchar las burlas de los chicos y risitas tontas de las chicas.
-Estoy algo apurado. -aún ante todos sus pensamientos solo cedió, es lo que siempre hace.
Entrego el dinero que tenía, aproximadamente 3 dólares, no era demasiado pero era lo que tenía después de todo, y el único tonto que se lo dejaba quitar por ellos.
Se apresuró a cruzar la puerta principal y llegar a la primera hora de geometría.
Pero.
Pero.
-Hey, hey, no tan rápido, ¿y mi beso?
¿Disculpa?
Jungkook volteo entre horrorizado y confundido.
¿Era este otro juego?
-Kookie, mi beso de despedida...
Jungkook rodo los ojos lo más disimulado que pudo y siguió su camino...
Pensó que se reirían a sus espaldas por su reacción ante tal propuesta.
El fuerte agarre en su brazo no lo confirmo.
-¿Acaso no escuchaste lo que te dijo, eh?, hazle caso, dale un beso.
Está vez fue el imponente y aterrador Park ante el, con su expresión de enojo y seriedad.
No, no hare eso.
-Y-yo
-Ah, ¿seguro es por la capucha que no escuchas, verdad?, ¿por qué tapas tu rostro eh?, ¿no querías que te vieran?, creo que ya lo vas comprendiendo...
No, no.
Solo la tironeo sin más miramientos, revelando su rostro, poniendo más serio al dúo Kim-Park.
-¿Y bien?
-Que-e, n-no
Supongo que el show ya no era de su agrado, o tan entretenido, los demás se fueron dispersando entre asqueados hasta aburridos.
No era la gran cosa.
El no le daría el beso.-Eres más estúpido de lo que pensé, ¿qué no puedes obedecer una simple orden? Bé-sa-lo -silabeo.
Taehyung solo esperaba con indiferencia.
Los minutos pasaron, él lo sintió una eternidad, entre mirar a los ojos de Park y la firmeza que dichos orbes poseían, lagrimear ante él y volver a bajar la mirada al suelo.
Remarcaba su indecisión pero poca disposición a acatar su pedido en iguales medidas.
Ellos se hartaron, uno más que otro.
-¡¿No harás lo que te pedimos eh?!
Kim, se acercó agresivamente, claramente, hastiado, claramente no fue ni iba a ser suave.
-Siempre haces las cosas difíciles Jungkook...
Siguió con esa cara.
Si esto fuera una animación el poseeria una aura intimidante de chico malo y una voz profunda, tal vez no tan alejado de la realidad.
Si nos ponemos creativos, incluso fuego en sus ojos, no de la manera divertida o graciosa, más bien de la forma, aterradora, que te hace sentir petrificado ante un inminente destino... Uno doloroso y lacerante en profundidad...
Sentía que en cualquier momento podría matarlo a golpees con la ira que percibía en su ser, ¿tanto por nada?
Park sonrió ladeado.
-...para mí, para ti, para nosotros, maldito hijo de puta.
Jeon no estaba lejos de sus suposiciones, un puñetazo de frente al ojo derecho, lejos de matarlo a golpes, cerca de una brutal agresión.
-¡Taehyung no! -esta vez intercede Jimin.
Park, la última persona en el mundo que pensó que lo defendería, sujeto a Kim por los hombros, mirándolo consternado, o tratando de hallar su mirada ante la negativa de Taehyung, quién aún se mantenía con los puños apretados pero con la dirección de su mirada directa al suelo.
Eso era una oportunidad.
Jungkook corrió, corrió tan rápido como pudo, corrió como si solo fuera su razón de vida, solo, corrió, incluso en la tempestad y revoltijos en su estómago, en lo excéntrico de su personalidad o humor, juro decirse a si mismo, corre Forest, corre, como si fuera un situación adecuada, agregándole mucho más a lo bizarro de su sentir.
Correr.
Entre reír o llorar por lo tonto y abrumante de todo.
Correr.
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Golpes de mariposas
ФанфикKim y Park, los dos apellidos de sus bullies desde que tenia memoria, un día solo lo acorralaron contra una pared mientras se burlaban de sus lentes dandole comentarios groseros y dolorosos para, en ese entonces, un pequeño niño de 6, no sabe porque...