-¿Y tú de dónde eres? -preguntó mientras estábamos jugando.
-Soy de Argentina, Buenos Aires. -dije concentrada en la partida.
-Entonces ¿Por qué vives en Estados Unidos?
-Tuve que mudarme por temas laborales de mi padre, ¿tú de dónde eres?
-De aquí, Estados Unidos, Los Ángeles.
-Que casualidad, yo también vivo en Los Ángeles.
-Genial, algún día podríamos salir ¿te parece?
-No, muchas gracias, pero no. Por cierto mañana tengo que salir con una amiga, vamos a ir a cenar pero aún no sabemos donde- dije para cambiar de tema rápidamente.
-Que bueno ¿cómo se llama?
-Se llama Nisha, la conocí en la escuela, ni bien me había mudado. Ella me ayudó con el idioma y a conocer la ciudad, desde ese entonces es mi mejor amiga.
-Wow se nota que son grandes amigas, ya quisiera yo tener una amistad así. Oí que mañana por la noche hará frío, llévate un abrigo para que no te enfermes.
-Ok, gracias por avisarme, lo tendré en cuenta.
-Quieres que te recomiende un lugar para que vayas a cenar con Nisha?
-Oh sí, me parece bien, íbamos a ir a nuestro lugar de siempre. Pero está bueno cambiar de vez en cuando.
-Hay un lugar muy bueno, se llama Ana Maria's, es comida mexicana; no sé si les gustará.
-Ah bueno, muchas gracias, lo tomaré en cuenta.
Miré la hora en mi celular, debía llevar a Doggy a dar su paseo diario.
-Oye Azael, debo llevar a mi perro al parque, luego seguimos hablando. Chau, y gracias por todo.
-No hay problema, hablando de pasear, yo también saldré un rato.Me pareció raro, pero lo dejaré pasar por esta vez, las coincidencias son bastante habituales. Agarré mi celular, las llaves y, luego de llamar a Doggy, nos dirigimos hacia el parque...
Al volver, me sentía extraña, no sabía el porqué, pero tampoco me molestaba. Era una sensación agradable. Al llegar a mi casa tenía mucha sed, así que fuí a la heladera a buscar agua, luego decidí acostarme a ver una película; no sé cuándo pasó, pero me quedé dormida.
Me encontraba frente al espejo, un poco frustrada porque no tenía ropa, y de la que tenía ninguna me quedaba bien. Luego de probarme casi la mitad de mi ropero, decidí que debía comprarme ropa, así que me dirigí al centro comercial. Después de dar un par de vueltas, conseguí lo que necesitaba y volví a mi casa. Me puse unos vaqueros negros, un top blanco y una campera de jean, acompañado de mi bolso gucci. Me coloqué unos tenis blancos y, luego de maquillarme y plancharme el pelo, me dirigí hacia el lugar donde acordamos que nos veríamos con Nisha. Recordaba lo que me había dicho Azael, aún así no llevé más abrigo.
Una vez en la puerta de Ana Maria's, entramos con Nisha y tomamos asiento en la terraza, un gran edificio nos tapaba la vista. La verdad que el lugar me decepcionó bastante, pero la comida estaba rica. Yo pedí unas enchiladas y Nisha unos tacos al pastor, de entrada comimos unos nachos con jalapeño.
Desearía haber escuchado a Azael, ya de por sí hacía frío, pero se notaba aún más aquí, en la terraza. Una vez que terminamos de comer, comenzamos a hablar. Sentí que me estaban observando, desde el edificio de enfrente; que tenía las ventanas abiertas de par en par y la cortina entreabierta, pero las luces estaban apagadas por lo cual no podía ver lo que había dentro. Llevo casi una semana así, me siento observada y controlada constantemente. No sé si mi mente me está jugando una mala pasada o esto es real, pero sea como sea quiero que pare.
Terminando la cena decidimos hacer una pijamada en mi casa, así que nos subimos al auto de mi amiga y nos dirigimos a mí hogar.
Subiendo las escaleras, intentando hacer el menor ruido posible, escuché mi celular sonar. Me estaban llamando, era Azael, decidí cortar y luego lo volvería a llamar. Entrando a mi habitación con Nisha detrás de mí, agarré el móvil y le devolví la llamada.
-Hola Lili- dijo con la voz ronca.
-Hola Aza, disculpa que te corté, estaba llegando a mi casa ¿cómo estás?
-No hay problema, todo bien, estaba viendo una película ¿vos?
-Estaba acá con mi amiga, la misma que te conté la otra vez, saludá Nisha.
Silencio absoluto, no hubo respuesta de su parte.
-Es tímida tu amiga, ¿no?
Nisha es muchas cosas, pero de tímida no tiene ni una pizca. Por eso mismo me pareció extraño que no lo haya saludado.
-No, simplemente está distraída con su celular. -intenté excusarla.
-No hay problema, tal vez luego hablemos.
De la nada entró mi madre a mi habitación.
-Lilith, qué hacés despierta a esta hora? Es muy tarde, deberías estar durmiendo.
-Déjanos en paz, más tarde dormiremos.
-Oh veo que estás acompañada.
-Sisi, Nisha está ahí- dije apuntando a la cama donde se encontraba ella sentada mirando su celular.
-Hola Nisha- dijo mi mamá.
-Hola señora Carmen- le contestó mi amiga con una sonrisa de oreja a oreja.
-Bueno chicas, las dejo tranquilas...
-Está bien, adiós- dijimos al unísono.Después de que mi madre se fué, desmutié la llamada y me despedí de Azael para poder hablar un rato con Nisha. Teníamos varios chismes que contar.
A la mañana siguiente, nos despertamos y bajamos a desayunar. Nos sentamos en la mesa y esperamos a que mi madre nos sirva el desayuno. Primero dejó un plato con huevos revueltos y tocino delante mío, pero tuvimos una pequeña discusión.
-Mamá no le pusiste un plato a Nisha, ella también quiere desayunar- dije quejándome de su comportamiento.
La actitud de mi madre me molestó bastante, pero se retractó y le dio una manzana para que desayune. Luego de ese incómodo momento Nisha decidió irse a su casa, espero que no se haya enfadado, de igual manera volví a mi habitación y me conecté para jugar un rato con Azael. Luego le pediría una disculpa.

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Obsesión
Misterio / SuspensoLilith tenía problemas en la universidad y estaba a punto de mudarse sola por primera vez. Conoció a un chico por Internet, comenzaron a hablar, todo parecía normal. Hasta que comenzó a sentirse observada, cada vez le sucedían sucesos más raros, y...