¡ Él o yo!

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El día que le prohibí estar con Arón no fue fácil, pero le hice saber que la vosa era tajante. El colegio estaba practicamente vacío. Carmela y yo nos habíamos quedado para terminar un trabajo espevial que hacía el colegio: una exposición con lo más importante sobre la historia de Francia, y que se iba a exponer durante unos días en el salón de actos. Todos los meses elegíamos un país distinto. En fin, como necesitabamos unas ilustraciones a color, tuvimos que clabarnos ahí hasta que los de la Biblioteca volvieran a abrir y nos prestasen los libros donde estaban las benditas imágenes de Napoleón Bonaparte y la Toma de la Bastilla. ¡ Uf! La tarada de Camila y sus amigas se morían de risa con un varón de la clase que prwguntaba si era 《 la toma de la pastilla》. ¡ Qué inmaduros, por favor!

El hecho es que estabamos esperando para que la Biblioteca abriese, sentadas en la escalera, qur es de mármol, o sea , teníamos las colas heladas, y le dije:

- A vos te tiene que quedar clarísimo algo, honey. La cosa esuy sencilla. Si vas a estar coqueteando como una tarada atrád de Arón, olvidate de mi. Yo no estoy para estupideces con niñitos, Arón es un child y vos sos una chica superada, estás por encima del resto, así qye si vas a andar con bebitos a mi no me dejes pegada.

- ¿ Qué decís, Soff? Sabés re bien que toda, toda, toda mi vida esruve enamorada de Arón y nunca me dijiste que él era un bebito, al contrario, me re diste para adelante, me guiaste para xambiar el look para que él se fijara en mi, o sea, me re ayudaste, y ahora...- me contestó con su timbre de voz de pito. Es raro, pero desde que se cambió el look, ¡ la voz le sale bien de hueca!

- Ahora nada,nena. Ahora lo que veo es que vos misma te cavás tu propia tumba. Llegaste a un nivel en el que no te podés andar rebajando por un chico, pensé que eras más madura, se ve que me equivoqué, sos una nenita, como el resto.

-¡ Pero vos me apoyaste!

- Te apoyé porque estaba segura de que , una vez que se te diera, ibas a saber responder bien, ibas a fijarte en alguien de tu misma onda, no en in nene de mamá. Pero... los hechos hablan por sí mismos- le dije, mientras me descascaraba distraídamente la pintura negra de la uña de mi dedo meñique. Había traído el esmalte, así que cero estres. Ya me lo iba a pintar en un toque.

Carmela no terminaba de reaccionar, estaba confusa. Percibí que todavía faltaba un empujón, así que arremetí con más:

- Dear, esto es mu sencillito. Di sos una péndex, está bien que estés con Arón, serán tal para cual. Pero conmigo, lejos, far away. Es él o yo.

- No me hagas esto, Soff... - me rogó. Y vi cómo se le ibam llenando los ojos de lágrimas. La miré con desprecio.

- Sabés que detesto a la gente que anda moqueando por ahí, así que cortá con el llantito, que me da vómitos. Si querés encarar algo, encaralo, pero con dignidad, nena. Ya te dije cuál es mi postura, ahora te toca a vos elegir.

Hice una pausa, para darle más dramatismo al asuntoy ponerla un poco peor, aunque ya su estado era deprimente.

- Eso sí, cuidado con lo que elegís porque te puede salir todo mal. Podés confiar mucho en añguien y llevarte una desilusión grande después. Y por supuesto, si eso pasa, acá no me vengas con moquitos y arrepentimientos.
A esa altura, ya el llanto de Carmela era patético, hasta hipaba, la muy tonta. Toda producida como la re diva, e hipando. No, no, no, si a mi me tocan todas las loosers juntas. Todavía faltaban dos mknutos para que abriese la así que saqué el esmalte negro y empecé, tranquila, a pintarme la uña. Me dio el tiempo perfecto porque hasta se me secó cuando abrieron la pierta y nos invitaron a entrar.
Me levanté y le dije, mirandola desde arriba:
- Tenés hasta mañana para contestar.
Carmela quedó ahí, en la escalera fría, llorando bajito mientras le saltaba el pecho con cada hipo. !patético!
Al día sihuiente me estaba esperando en la puerta del colegio, como cada mañana. Tenía la cara desencajada y no se animaba a saludarme. Así que me la veì venir. Ya sabía su respuesta, su decisión. La miré fijo y después le di vuelta la cara, ignorándola por completo, caminando sin darle bola. Eela vino corriendo y me tocó el hombro. Ptimero miré la mano y luego a ella.
- Qué hacés?- le digo, sacándole la mano, haciendo como una pinza con mi dedo pulgar e índice.
- Soff... Soff...,.estoy re mal, te juro que anoche no pegué un ojo y me siento...
La miré de arriba a abajo.
- Ya veo como te sentís. Osea, si te sentís como está tu cara, te sentís muy mal, estás hecha un mamarracho, nada digno de alguien como vos, pero... por lo que pude escuchar ayer, no me extraña mucho.
- Dejame explocarte, te juro que para mi... - decía con su timbrecito de voz molesta. La corté em seco.
- Aparte, te tragaste una flauta que hablás con esa voz?
Ella pestañeó,.confusa, entre lágrimas.
- No sos la persona que creía- continué-. Es evidente que te falta crecer, madurar, y capaz nunca vas a lograr ser alguien es esta vida, porque no tenés liderazgo, te arrastrás por un tipo, pero, bueno, allá vos.
- Todavía no te dije la respuesta...
- Ni falta que hace, mi amor. Elegiste al bebé. Pero, sabés qué? Te vas a llevar una desilusión grande y con eso vas a aprender mucho.
- Por qué decís eso? Me contestó, temblando- acaso sabés algo que yo no sé?
Levanté las cejas y le puse cara de fastidio.
- Él siempre fue divino conmigo- parloteaba Carmela-, solo que no se fijaba en mí. Y las dos novias que le conocí estaban bien, osea, tuvp relaciones serias, no es que andaba con una y con otra, no es de ese tipo de chico. Además, es re maduro para su edad, y...
- Ay, querida, - y le imito la voz- "además es re maduro para su edad" por favor! . Salí de mi camino! Andá con tu chiquito, tómense de las manos y salgan a saltar por las praderas como un par de tarados. Falta que los filmen en cámara lenta, con una música romántica y hagan una pelícuka de esas empalagosas de amor. Que deprimente de tu parte! No se cómo pude pensar que eras de las mías! Estás muy lejos, muy lejos! No me llegás ni a los talones! - le zampé.
- Soff, escuchame... Él me dijo que me amaba, estuvimos hablando pila el otro día. Me confesó que estuvo un montón de tiempo gustando de mí pero que es re tímido y como que le faba cosa decirme algo... y encima cuando cambie el look como que me veía más difícil... entonces no podía creer que yo también lo quería desde hace tanto y tampoco me había animado a...
-.Ay, ta, cortala. Tanto romanticismo me saca, nena. Que diafrutes tu vida y seas feliz.pero te vuelvo a advertir: si te desilusionás, manejate- le dije, y con eso me alejé, furiosa por dentro porque la muy boba había elegido a ese nenito. No lo podía creer!
Pero ya iba a saber cómo son las cosas en el mundo real. Yo me iba a encargar de abrirle los ojos.

Las dos caras de SofiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora