CAPÍTULO 1.

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Anoche,

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Anoche,

de nuevo,

soñé contigo,

mi subconsciente quiso recordar los sueños,

esos en los que sería feliz,

en los que por cualquier cosa contigo,

sería capaz de sonreír.


Sin embargo, ya no estás aquí.

teóricamente nunca lo estuviste,

pero quiero convencerme,

de que alguna vez no fue así.

No quiero un día más sin ti,

ni un día, ni un segundo.


Me apegué tanto a tu nombre,

a la imagen que al cerrar los ojos

veía en mi mente,

a lo felices que seríamos,

me apegué tanto a eso y a más,

que con tu ausencia

ya no sé qué hacer.


Siempre me dije a mi misma,

que todo esto,

no podía ser tan hermoso

para ser real,

aunque quisiera que lo fuera.


No fue mi negativismo triunfante

fue el realismo,

las ganas de no aferrarme,

aunque aun así lo hice,

aun sabiendo,

a pesar de negarlo,

que no te ibas a quedar,

que te marcharías,

acerté, por más que lo odié.


¿Y, de todas formas,

adivina qué?

por más que lo intenté,

con esos hermosos seres,

que estuvieron antes y después de ti,

que vinieron y se fueron.


Contigo, que esperaste más,

incluso con todos,

no lo logré y me apagué.


Y sí, de mis sueños

sigues siendo tú la dueña,

cada mañana que despierte,

lo haré con el mismo deseo,

de que no te aparezcas más en ellos,

sino que, por el contrario

sea en mis brazos,

donde te vea.


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Ay Brie preciosa, como me dueles.

Bye. XOXO

MARRY BRIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora