Jutsus y sus usos.

Su marioneta

Sakura disfrutaba de perder el control por un momento y dejar que alguien más lo tomara por ella.
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TW: CNC, por favor no lo leas si eres sensible a los temas de consentimiento no explícito.

Esto no refleja como es una relación ni romántica ni sexual del BDSM

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Ya habían pasado años desde la última vez que había visto a la abuela Chiyo, incluso llegó a pensar que ya habría muerto.

Pero ahí estaba, y delante de ella se encontraba la chica del cabello rosa, observando cada movimiento que hacía, sin quitarle los ojos de encima, plantada como si no temiera por su vida. Quizá aún no tenía consciencia del peligro corría.

O tal vez era de esas personas que se abalanzaban hacia el peligro, de esas personas que solían no callarse y eran capaces de lanzarse desde el cielo con tal de tener la sensación de la adrenalina por sus venas.

Sasori no era de esas personas. Y le llegaba a molestar lo ruidosas que solían ser las demás.

Tampoco era como que tuviese venas, pero aún así lograba sentir todo dentro de su cuerpo de marioneta. Le irritaba que, a pesar de haberse desecho de la mayoría de sus órganos internos, las sensaciones, emociones y sentimientos seguían ahí. Aún tenía el instinto que le decía cuando huir y aún necesitaba dormir, durante las noches le asaltaban todo tipo de sueños, incluyendo los típicos de los chicos adolescentes. De haber sabido que eso pasaría era muy probable que hubiese esperado unos cuántos años más para convertir su cuerpo.

El comportamiento y los movimientos de la chica le decía que no le importaba haberse topado con un enemigo que tenía la ventaja en la situación, incluso aunque eran dos contra uno. Pero su cara no ocultaba su sorpresa, los ojos verdes estaban clavados en cualquier movimiento que llegara a hacer.

Una lástima que la kunoichi no saldría con vida de esa situación. Ni ella ni la abuela Chiyo.

Si ambas no planeaban huir, no planeaban rendirse, entonces su destino sería la muerte.

O tal vez incluso podría utilizar el cuerpo de la joven para una marioneta, le sería de utilidad en su colección. No podía negar que también sería una linda adición con su inusual cabello rosa. Y con Chiyo acompletaría las 300.

Resultó que el sorprendido fue él. La abuela era de armas tomar, las subestimó, estaban creando un buen equipo, el tipo de confianza que debería tener la chica con la abuela no se la podía imaginar. Dejar que tu cuerpo sea controlado por alguien más. Para él le sería inconcebible, él decidió darse a sí mismo el completo control de su propio cuerpo y jamás dejaría que alguien se lo quitara.

Ese tipo de confianza se vio en resultados, hacía demasiado tiempo desde que alguien veía su apariencia real, Hiruko fue destrozado y ahora se sentía expuesto.

La sensación de una extraña desnudez lo estaba desconcentrando, se estaba diciendo mentalmente que si mismo era mejor arma que Hiruko, y que en estas circunstancias tenía que usarse para ganar.

La destreza, concentración y chakra que requería para hacer funcionar a cien marionetas al mismo tiempo ya estaba cobrando factura. No podía esperar una oportunidad, tenía que crearla por si mismo. Sabía que el punto fuerte del equipo contrario era la destreza de la abuela y la fuerza brutal de la chica, si pudiera deshacerse de cualquiera de las dos, crearía su oportunidad de ganar.

Lo más fácil sería deshacerse de la vieja, ella era un blanco más fácil, ya que no estaba moviendo del todo su cuerpo, y la chica dependía del control de ella.