Única parte

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El último día que estuviste conmigo, estamos en la cocina por la noche, raro en nosotros, ya que no solíamos estar ahí platicando, estabas frente a mí, conmigo, ahí mismo, viendo videos en la pantalla de mis canciones favoritas, y que esa pantalla sigue ahí mismo, me preguntabas sí el chico de los ojos verdes era el que me gustaba y la razón del porqué, me preguntabas los nombres de los demás que aparecían en  los videos y decías que el otro tenía unos ojos más bonitos, y me preguntabas que ¿Por qué siempre me gustaban los chicos que no se peinaban?, tal vez siempre habías tenido razón en eso, al igual que cuando me decías que no deseara estar con alguien con quien no podía estar y que viera la realidad de las cosas, me dolía y lo sigue haciendo, solo que sí vieras lo que he conseguido ahora, no me seguirías diciendo lo mismo, o tal vez sí, aunque lo extraño, te extraño.

Muchísimos días antes de que te fueras, me acompañaste a una librería, íbamos al centro comercial a comprar algo y salíamos con cosas totalmente diferentes, el ir a los centros comerciales contigo, era de mis pasatiempos favoritos, creo que no te habías dado cuenta de que los libros se habían vuelto mi compañía, mis mejores amigos durante muchos meses antes. ¿Recuerdas que fuiste conmigo? Te quedaste fuera de la librería y tu cara expresaba que querías que saliera de ahí rápidamente, me esperabas fuera del lugar que contenía millones de letras donde se expresaban diferentes personas, mientras yo entré y seguía viendo todos los libros que me gustaban, no sabía cuál elegir, tú seguías fuera, porque no quisiste entrar conmigo, pero me preguntaste que si quería dinero para el libro que había elegido para comprar, te dije que no, aunque con lo que iba a pagar ese libro, eran los pocos ahorros de todo un año, en realidad no quería que gastaras tu dinero en mí, aunque lo hacías de todas formas, en algunos otros momentos o cada que podías hacerlo. ¿Recuerdas que cuando me pedías algo siempre te decía que no? Bueno, siempre respondía que no, pero igual, terminaba diciendo que sí a lo que me pedías, y ahora no puedo decir esas dos simples letras sin acordarme de ti, no puedo decir que no, sin recordarte. Tuve la esperanza en unos cuantos días, de que tú ibas a regresar y que todo iba a ser como siempre había sido, tú y yo, como antes. Que iríamos en el auto cantando una canción de The Archies y repetirla a todo momento porque era la única que nos gustaba de el disco que tenías, que viéramos la película de "The Good Dinosaur" y que termináramos llorando, como la primera vez que la vimos. Solamente que... Tú ya no regresaste. Y todo mundo en esa semana, después de que ya no regresaste conmigo, con todos, se interesó mucho en saber cómo estaba, cuando antes ni siquiera les preocupaba ni un poco, pero eso no importa, no iba a molestarme por eso, todo mundo me marcaba a la hora que fuera, todo mundo venía aquí, a tu hogar y tú ya no estabas, ni lo estarás físicamente, más. Al momento en que lo supe, mi mundo se vino abajo, yo ya no quiera seguir, era como cuando te decía que me quería morir y te enojabas, cuando te decía que mi máximo de vida eran los 30 años y me decías que eso no seria nada de mi vida, mi alma se rompió, tú marcaste, no contesté y no sabes cuantas veces me sigo lamentando por no haber respondido la llamada, sabiendo que esa iba ser la última vez que escucharía tu voz y después de eso, tu voz se apagó para siempre, para no volverla a escuchar de nuevo.

A los pocos días, caí, sabía que tenia que comprender las cosas, sabía que nada iba a ser lo mismo, sabía que todo iba a cambiar, de cierta forma para bien o para mal.

Tenía que entender que jamás escucharía tú risa, ni escucharte quejándote de la mayoría de cosas, cuando tuve que aceptar que nunca más en mi vida te iba a ver de nuevo, tenía en mente que tendría que dejar de llorar cada madrugada, que tendría que dormir y seguir adelante, porque eso era lo que tú hubieras querido, hubieras odiado verme de esa forma, ese día que todo sucedió, ese día en que mi vida se vino abajo, y se arruino todo, porque tú eras la persona a la que más amaba en la vida.

Tenía en mente que nadie más en la vida me iba a comprender tan bien como tú, lo tengo bien claro aún y que tal vez nadie más  va a tener esos excelentes consejos para mí.

El último día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora