La sangre llenaba el lavamanos, era triste ver eso, las primeras veces me dolía y lloraba ahora no siento dolor y no lloro no puedo.
Estoy luchando por ganar mi guerra contra mi misma, por seguir, por avanzar, por luchar por lo que quiero,por defenderme, por intentar que me recuerden como alguien y no quedarme con las ganas de hacer algo.
Por hacer ver que esa bala no me que atravesó y ganar, ganar para hacer feliz a todos.
Y lo más triste es que no puedo, sonreír es fácil y ocultar lo que sientes también.
Ver a esa persona todos los lunes hasta los viernes duele duele recordar, recordar es una palabra que tiene muchos significados pero el mío es miedo y tristeza.
Me siento débil cuando lo veo pasar y mirarme fijamente su mirada me repugna todos los días siento que se olvida lo que me hizo lo veo pasar por el pasillo llamando la atención de las chicas les sonríe, les sonríe como si fuera la mejor persona del mundo cuando realmente es la mayor mierda.
El era la persona que esa noche tiró esa bala y cambió mi vida, sacó la poca confianza que tenía.
Quería descansar, quería solamente cerrar los ojos y dejarme ir; no podía no quería, quería justicia y no la tenia.
Mi pecho duele y esa mariposa que dibujé en mi piel murió no pude resistir, ya no más.
¿Recuerdas que al principio te dije que no confiaras en nadie? Confiaste en el y ahora el es mi prisión y mi mayor dolor en esta vida.
Abuso.
