Enamorando a mi lectora

¡DENME PAZ!

-Hola Raúl...

-¡Regresaste! ¡Nico...!... Tú no eres Nicolás.

-Obviamente no. Yo soy mujer ¿no lo ves?

-¿Huh? Un nuevo personaje por lo que veo.

-Así es.

-¿Vienes a remplazar a Nicolás?

-Por supuesto que no. Mi nombre es Catrina.

-¿Y a mí qué me importa? ¿Dónde está Nicolás?

-Ja, ja ¿Cómo voy a saberlo?

-¿No es para eso para lo que te creó la autora? ¿Para decirme qué sucedió con Nicolás?

-Obvio no.

-¿Entonces qué haces aquí? Deja de perder mi tiempo, estás robándome papel.

-No puedo robarte papel si es un medio electrónico. Pensé que estarías contento con un nuevo personaje. Yo estoy enamorada de ti...

-¡Pero si ni siquiera te conozco!

-No conocías a la lectora tampoco y dices que la amas.

-Es diferente, la lectora es la lectora y tú no pintas nada en esta historia.

-¡Claro que sí! ¿No estás mirándome? Soy guapa, extrovertida, coqueta y todo lo que un hombre pueda desear. En toda historia juvenil hay una igual que yo.

-Haz silencio y ya déjame en paz. Si no te vas, la lectora puede ponerse celosa. Te odiará y ya no será mi asunto.

-Obvio que me odiará. Me crearon para que la lectora me odie, pero me da igual siempre y cuando tenga tu atención.

-Pues no la tienes.

-Yo creo que sí. Llevas casi una hoja hablándome sólo a mí.

-Vete ya. Veo que la autora no quiere hacer nada más que fastidiarme. Al menos Nicolás era interesante.

-Yo soy interesante también.

-No me interesa absolutamente nada de ti.

-Al menos oye la ropa que traigo: cabello suelto...

-Ésa no es ropa...

-Mini falda, blusa blanca ajustada, botas altas, uñas largas...

-Esa no es ropa tampoco.

-Y una bufanda sexy.

-No veo cómo una bufanda puede ser "sexy". Además, si tienes mini falda ¿por qué traes puesta una bufanda? ¿Acaso tienes calor abajo y frío arriba?

-Exactamente...

-Qué ridículo.

-Vamos, sólo déjate llevar, prometo que te la pasarás bien conmigo.

-¡No! ¿Qué haces? ¡Suéltame! ¡Ya te dije que no me interesa! Ahora aléjate, que me incomoda que estés tan cerca.

-No seas tan amargado. Acepta que nunca podrás estar con tu lectora.

-¡Silencio!

-Sabes que es la verdad. En cambio conmigo, la autora puede escribir toda clase de escenas, podemos estar juntos en cada capítulo...

-¡No quiero!

-Pues eres un tonto por negarte.

-Prefiero ser un tonto y no estar contigo.

-¿Qué tengo yo de malo? Ni siquiera me das una oportunidad.

-Eso es porque no la tienes.

-Puede que yo sea mucho más interesante que tu amada lectora.

-Lo dudo mucho.

-No me des la espalda y ponme a prueba.

-Perderás tu tiempo y el mío.

-No tienes nada más qué hacer. Por lo visto tu amigo no se aparecerá en este capítulo tampoco.

-Y si se aparece será sólo para que yo lo ahorque por dejarme contigo.

-Eres un malagradecido. Cualquiera desearía estar conmigo.

-Pues vete con cualquiera de esos porque no soy uno de ellos.

-Si no me correspondes, me enojaré mucho.

-Ya te dije que no te acerques tanto, además suelta mi camisa que es la única que tengo y no puedo darme el lujo de romperla.

-¿Por qué me tratas tan mal? ¿No ves que estoy enamorada?

-"Amor" no es precisamente lo que tú sientes. Quiero que te vayas y regrese Nicolás.

-¿Y para qué lo quieres? Sé que lo consideras tu rival.

-También es mi amigo.

-Eso es imposible.

-Claro que no. Disfruto mucho hablar con él, aunque muchas veces demuestre lo contrario y no ruedes los ojos porque digo la verdad.

-Pues tú no cruces los brazos ni me ignores.

-Ya, deja de distraerme. Antes de que llegaras, estaba practicando cómo decirle a mi amada que la amo en otros idiomas. Ejem, ejem: « Je t'aime, mon lecteur »

-Ugh, detesto el italiano.

-¡Es francés! Y no te atrevas a denigrarlo, trabajé mucho para lograr entrar a una academia de lenguas europeas.

-Ah, ya sé de qué academia hablas. Sí, yo fui un día pero salí enojada ya que no enseñaban chino.

-... ¡China es de Asia! ¿Y así quieres conquistarme? Pfff, pero por favor...

-¡Ay! Ya sé que no soy un genio. Escucha, no seré un ingeniero como Steven Jawkin...

-¿"Ingeniero"...? ¿"Steven Jawking"?

-Y no tengo un talento especial. No soy pintora como Betoven o cantante como Van Gogh...

-...

-Pero sí sé algo y es que te quiero. Raúl, el sol es solo una estrella comparado con lo que tú eres para mí.

-...

-Mi corazón no es sólo un hueso que bombea sangre, también siente como todas las demás personas. Todo mi cuerpo arde en llamas por ti, literalmente.

-No creo que sea posible...

-¡Es la verdad! ¿Por qué no quieres corresponderme?

-¡Porque tú no existes! ¡Fuiste creada por la autora para fastidiarme!

-En ese caso tú tampoco exis...

-¡Claro que existo! Yo existo... mi lectora existe y yo existo para ella.

-Nunca podrás estar con ella.

-Ya verás que sí, lo lograré.

-...No...

-¡Que sí! ¡Ahora, ya déjame en paz!

-...Bien, ya veo que no entrarás en razón. Solo quiero decirte que te amaré hasta que la Tierra rodee el sol por completo, es decir que te amaré por el resto de la eternidad.

-Lo que acabas de describir ocurre en un año.

-No, Raúl, no es así.

-Hazte un favor y regresa a la primaria, ¿quieres?

-Te amo.

-No es verdad ¡Y NO ME BESES! ¡DÉJAME YA! ¡NICOLÁS, REGRESA DE UNA BUENA VEZ!