2 | Tócalo y cúralo

1K 107 20
                                    

Spoilers del capítulo 367 (imagen de referencia)

Spoilers del capítulo 367 (imagen de referencia)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.

.

Tócalo y cúralo

.

Mo Guan Shan.

Solo eran unos simples aretes.

Un obsequio dado por una persona a la que consideraba molesta y extraña.

Y, sin embargo, los había defendido como mi vida. 

Como si fuera mi corazón a punto de ser alcanzado por el fuego que terminó —al final— consumiendo el resto de mis cosas.

No entiendo por qué lo hice.

Desde pequeño, a raíz de lo de papá, mamá y yo comenzamos a ver las cosas materiales con un poco menor importancia con la que lo hacíamos antes. No es que ahora no implore por un buen sueldo solo para que ella dejé algunos de los múltiples empleos que tiene para que podamos subsistir, pero incluso ahora que fui despedido, el valor material de las cosas debería ser insignificante.

Mamá cuenta las semillas de maíz y de frijol cuando no la veo. Y ella cree que no me doy cuenta.

Le doy ese placer. El placer de que ella crea que su hijo no sabe que hemos padecido, y seguimos padeciendo, por comida. En su lugar, busqué un empleo, muy a costa de sus quejas y gritos de que no tenía por qué hacerlo.

Las cosas materiales vienen y van, y si un día no teníamos para comer, bueno, era solo una ida a la cama sin cenar. Sabía que a la mañana siguiente mamá haría lo impensable para que tuviéramos un plato de comida en la mesa.

El dinero pronto dejó de faltar tanto, y aunque no habíamos vuelto a poseer la riqueza que mi padre nos había ofrecido en antaño, salían para pagar las deudas y hasta para salir a pasear un rato.

Comprábamos pares de zapatos cada Navidad, y los cuidábamos con nuestra vida para poder comprar otros el año entrante.

No era que apreciáramos lo material, sino que sabíamos lo que costaba ganarlo lo que nos hizo ser así.

Pero un par de aretes obsequiados de esa persona molesta no son objetos de primera necesidad que yo debería apreciar ni mucho menos en pensar arriesgar mi vida para recuperarlos. 

Aun así, lo he hecho. No he podido dejarlos atrás junto al resto de mis cosas y muchos menos a manos de She Li. Sus manos solo sirven para hacer daño a cuanto le rodea y eso debe ser porque ha encontrado divertido el hecho de no sentir dolor mientras se lo provoca a otros.

—Maldita sea —maldigo, dándole el primer vistazo al pez en la bolsa, ese que pasé a comprar hace unas horas. Está muerto, desde luego. ¿Esperaba que de puro milagro no lo estuviese luego de tanto ajetreo? Recuerdo a She Li y, de pronto, recuerdo a mi padre usando sus puños para defendernos de sus agresores. Lo veo a él y me veo a mi gritando, pidiendo a mami que, por favor, papi pare.

Hold on 【TianShan | 19 days - Oneshots】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora