El porqué

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Hace ya unos meses conocí a una persona que me cambió la forma de ver muchas cosas. También aprendí que quererme a mí era la única prioridad que debía tener en la vida. Hace ya unos meses que entré en un mundo en el que nunca imaginé estar.

La idea de entrar en un cuerpo de seguridad no empezó con esa persona, pero esa persona puso un granito de arena demasiado grande como para ignorarlo. Lo desestimé porque físicamente no me veía capaz de pasar las pruebas. Estudiar no me importaba. Amo estudiar y tengo una mente un tanto prodigiosa. Me aterraba estar en un mundo de hombres, me aterraba no ser lo suficientemente fuerte, lo suficientemente valiente.

Los miedos que he tenido en mi vida han sido, y seguramente siempre serán, mentales. El dolor físico me parece un dolor menor, uno que siempre puedes sobrellevar o superar. Pero una herida en tu conciencia, duele durante demasiado tiempo, a veces, para siempre. Le tuve pavor a los hombres extraños durante mucho tiempo, entrar en un cuerpo mayoritariamente compuesto de hombres no era una opción para mi futuro.

Hoy eso ha cambiado. Ese miedo ya no es tan pronunciado y, de hecho, averigüé que tenía más aficiones en común con hombres que con mujeres. También me gustó la rudeza con la que algunos hablan y la profundidad que esconden. Hoy no les tengo miedo, pero el respeto por lo que son capaces algunos sigue en mi corazón.

Me he decidido a emprender este camino, dure uno, dos o tres años. ¿Tengo miedo? Sí, siempre. ¿Dudas? Muchas, infinitas. Quiero dejar esto plasmado, para mí y para todos los que no están del todo seguros de que estén haciendo lo correcto, pero sepan que este es el camino.

Esta semana he empezado el estudio y, como era de esperar, es solo un examen más para mi cerebro. El interés y la ganas de absorber conocimiento siguen estando, como la primera vez que pude elegir qué estudiar, como el primer día que entré en una biblioteca, como el dia que tuve acceso a internet, a toda la información que pudiera o quisiera aprender.

Esta semana también, he sido capaz de estar pendiente de las noticias de este pequeño submundo. No es sencillo cuando cada vez que escuchas, lees o ves una imagen de un cuerpo y te duele el corazón, tus ojos se entumecen y no sabes qué ocurre. Tienes ganas de seguir leyendo, seguir viendo, escuchando, pero al mismo tiempo tienes miedo de ese sentimiento que nunca antes habías sentido, de esa sensación extraña que te deja. Hay quien me ha dicho que eso es "vocación". Yo aún no le he puesto nombre, quiero ponerle, quiero averiguar porque, quiero saber como, cuando y donde.

Hoy dejo aquí lo que será el principio de una aventura en la que espero dar respuesta a muchas preguntas que rondan mi cabeza. Sobre mí y sobre el mundo.

Porque tú eres el único que va a saber si es o no lo correcto. 

De cero a BaezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora