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Karina odiaba a Minjeong, su vecina. No la soportaba y no podía ni verla, pero desgraciadamente tenía una fuerte fijación en Jiwon, la hermana Minjeong, y las cosas empezaron a volverse complicadas.

Yoo Jimin, también conocida como Karina, era una chica de 21 años, alta, guapa, de pelo negro, con un potencial enorme y dispuesta a comerse el mundo. Era el prototipo de chica perfecta, la tipica novia que quieren todas las madres para sus hijos o hijas, pero a Karina solo le gustaba una persona, su vecina Jiwon. Desde el primer momento que la vio en el jardín ayudando a su madre con las plantas se quedó estupefacta. Era guapísima, tenía una sonrisa preciosa y un porte increíble. En esos momentos tuvo un crush gigantesco, el problema llegó cuando, en medio de aquella embobación de Karina hacia Jiwon, sintió una piedrecita tocar su ventana.

Karina desvió su atención hacia abajo para encontrarse a otra persona que sonreía burlonamente, y le vocalizaba:

"¿Qué miras tanto?"

Karina rodó los ojos y cerró la cortina. Esa fue su primera toma de contacto con Kim Minjeong.

Minjeong era una chica digamos... interesante. Bastante pícara, no tenía pelos en la lengua para decir las cosas de frente. Quizá un poco torpe, bastante diría yo, pero con muy buen fondo. Más que bueno.

Minjeong también era bastante llamativa. Rubia de 20 años, con unas facciones de porcelana, una sonrisa que ablandaba a cualquiera y unos ojitos de no haber roto un plato en su vida. Sus padres siempre decían que parecía un cachorro de husky. Aun así, su personalidad no se asemejaba tanto a aquello. Al igual que Karina cayó flechada de Jiwon, Minjeong lo hizo de Karina.

Minjeong no era de enamorarse fácilmente, sí que es cierto que tenía a muchísimas chicas detrás de ella, incluso algun chico, y que cuando salía de fiesta siempre ligaba, pero nunca sintió cosas más allá de eso. Hasta que vio a Karina asomada en aquella ventana, con su pelo negro suelto y aquella camisa de seda blanca, Minjeong recordó hasta la última vestimenta del outfit durante estos 6 meses.

El problema de todo esto es que Minjeong es una chica avispada y supo en ese momento que Karina miraba a su hermana, y también reconoció aquella cara de enamorada a metros de distancia. No era la primera vez que pasaba, quiero decir, Minjeong era preciosa pero su hermana Jiwon también. Digamos que la familia en general era bastante agraciada.

Hubo una ocasión hará unos tres años que a Minjeong le empezó a interesar una chica de clases, fue la primera vez que le ocurrió, pero poco después se enteró que a esta chica le gustaba su hermana. No pudo hacer nada, no es ese tipo de persona que insiste en algo si sabe que no va a ningún lado, pero supongo que debía a acostumbrarse.

Minjeong empezó a intentar llamar la atención de Karina a lo largo de estos meses pero de manera peculiar. No era exactamente como estáis pensando ya que Minjeong era un poco... como dije antes, torpe, pero a la rubia le bastaba para tenerla cerca aunque a Karina le creciera más y más su odio.

*flashback*

—¡Dios! ¡Joder! ¡No la soporto! —gritó Karina entrando a su habitación y dejando el bolso de golpe sobre la cama. Giselle la seguía detrás.

—¿Te quieres tranquilizar? A mi me ha parecido muy mono —dijo riéndose.

—¡¿Muy mono?! —dijo señalando su camiseta—. ¡¿Te parece mono que me tire la tierra de la maceta encima?! ¡Y encima delante de Jiwon! ¡Ufffffff!

—Pero era con buena intención Karina, ella solo quería enseñarte las flores que había plantado —dijo riéndose.

—Flores su madre.

Deal | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora