FRASES DE WATTPAD 📚

Adam

Habían cosas mucho más importantes por las que realmente llorar, y las palabras, para ella, no lo eran. Como tampoco lo era quien las decía. 

—Eres como una hoja marchita y rota en medio de un bello jardín

—Haré lo necesario para que necesites de mi, si esa es la única forma en que te tenga cerca  

—Mírame con desprecio, verás un idiota. Mírame con admiración, verás a tu señor. Mírame con atención, te verás a ti misma.

—Estar aquí es como tu segundo infierno. No esperes un cielo si en lugar de ángeles hay demonios. Y yo, soy peor que un demonio.

Los locos generalmente no hacen nada con buenas intenciones.

—A veces había que recurrir a locuras para poder salvar aquello que amas.

Las heridas físicas se borran, pero el que te haya vencido ninguno de los dos lo olvidará.

Los locos son los maestros de los engaños.

No esperar nada de nadie y evitarse el terrible sentimiento de la decepción.

Él era un chico que sufría por dentro aunque por fuera pareciera lo contrario. Sus risas tal vez eran lágrimas transformadas por las heridas que provocaron algún trauma.

¿Qué persona llora risas y no lágrimas?.

Estaba acostumbrada a convivir con demonios que la presencia de un ángel la hacia desconfiar.

Es como estar nadando en un mar durante horas buscando alguna isla inexistente, sintiendo que si dejas de hacerlo te ahogarás. Y de pronto, te das cuenta demasiado tarde que ya te has hundido y no sabes en qué momento dejaste de nadar.

—No hay razón para reírse.
Solo se hace y ya, se carcajea y no se sabe por qué.

—Tu voz es como trébol de cuatro hojas, no todos tienen la suerte de toparse con ella.

A los locos se les perdonan las locuras. 

—Una promesa es lo que me impide asesinarte.

Pero lo lindo y maravilloso no estaba hecho para personas como él 

La última luz que le quedaba, la única persona viva que ahora amaba; la única que tenía, se había ido. 

Todo en él y su vida pareció oscurecerse y derrumbarse. 

En sus ojos era evidente la locura.

Éramos un dúo inseparable. 

Un abrazo no era solo eso, no era un tacto o un rozamiento, era algo mucho más complicado.