Violet Flower

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Volver al Instituto fue muy difícil para mi, sentarme a un lado de Justin donde solíamos sentarnos nosotros a quejarnos de la comida ya no es divertido, nada es divertido sin ti

Quiero tirarme al pasto y ni siquiera ver el cielo, sólo cerrar los ojos y soñar, imaginar y recordar... Quiero abrir los ojos y que todavía no sea de noche porque me daría miedo y que pueda caminar y ver mis pies avanzando, hacia tí

_Austin, si te aburre la clase puedes salirte —se quejó el señor Phillips—

Tomé mi bolso y me salí dejando al profesor atónito detrás de mi y quejandose de mis actitudes, mis notas han sido una mierda

¿Sabes que es lo peor? Esperé este regreso a clases para invitarte al baile de graduación, no será fácil ir y sólo sentarme a ver a todos bailar, ¿dónde estas? Regresa y bailemos juntos en la playa.

_Austin tus actitudes cada vez empeoran más, ¿necesitas un psicólogo? —hablo mamá terminando de servirme un vaso de limonada—

_No necesito un psicólogo, no necesito nada de nadie, la necesito a ella mamá, sólo a ella, lo siento mucho

Jugué con la limonada en mis manos recordando cuando mamá nos sirvió dos vasos para refrescarnos y dijiste que ella era la mejor, que la quieres como una madre.

¿Recuerdas cuando te enseñé mis dos estrellas favoritas?, éramos tu y yo

Ya han pasado meses desde que te fuiste, ya se acerca Navidad, estamos sólo a dos semanas de diciembre y tú no estás, la Navidad no tendrá sentido, nunca lo tuvo pero tu le colocas sentido a todo, contigo todo es perfecto

_Austin ¡Por favor! Son las dos de la mañana, temo a conducir a esta hora

_Ven acercate, ¿ves esas estrellas? —señalé a las dos estrellas más brillantes del cielo— Somos ella y yo, antes yo era esa —señalé a una un poco alejada— Pero ella se acercó a mi y me dio luz

Comencé a llorar en el pecho de Justin, el no quitaba la cara de preocupación de conducir a estas horas

_Yo conduciré Justin

—Abrió sus ojos como platos— ¿Seguro?

_¿No confías en mi? —me coloqué firme—

Sólo asintió y comenzó a caminar al auto detrás de mi jugando con la arena en sus pies

_Es un lindo lugar —dijo despidiéndose de el lago—

_Es nuestro lugar, aunque ella no esté aquí, su ausencia pasea por la arena dejando huellas, huellas invisibles...

Temia conducir pero te imaginaba a ti a mi lado viendome conducir y me sentía mejor, sólo quedan recuerdos de tí en mi mente.