Atar

Capitulo 3

Bueno, solo quería aclarar que "Derecha" Significa "bien" :)

En el camino a casa, sintiéndose sustancialmente más tranquila, Chloe le cuenta la historia completa a su hija. 

Una patada en las nueces no es exactamente intrascendente, pero tampoco lo es el torrente de insultos que le lanzó a Trixie y, dada la noche que ambos tuvieron, Chloe solo quiere olvidarse de eso.

Además, no está segura de cuánto más puede procesar su cerebro. Ya es tarde cuando llegan a casa. Piden pizza y Chloe se pasa la noche tumbada en el sofá, demasiado cansada para hacer algo, pero con el cerebro demasiado hiperactivo para dormir. Es cuando está arropando a Trixie cuando su falta de sueño finalmente la alcanza. Ni siquiera llega a su cama. Se queda dormida en el sofá, teléfono en mano, mientras trata de decidir si llamar a Amenadiel para una actualización.

Ella sueña. Mucho . Sus pensamientos y sus recuerdos se entretejen en un tapiz que confunde e ilumina su yo onírico. 

Mazikeen está ahí, gritándole, acusándola de lastimar a Lucifer, de poner constantemente en peligro su vida. Y él también está allí, pero no es su Lucifer sino esa criatura indómita desde el comienzo de su asociación. Él está parado justo afuera de su puerta, diciéndole con un rostro perplejo, Parece que usted me hace vulnerable, Detective.

Su pierna todavía está sangrando y Maze viene cargando, una de sus dagas perforando la madera de su puerta principal, justo al lado de su cabeza. Arrastra a Chloe por el cabello y le grita que tiene que irse mientras ve a Lucifer colapsar. 

Pero luego, inexplicablemente, como sucede tan a menudo en los sueños, se encuentra fuera del laboratorio del Dr. Carlisle. Y Lucifer le está diciendo, toda la autoridad tranquila, que corra, que se vaya, que atrape al malo. Y promete salvar a los dos jóvenes, promete que estará bien. 

Pero hay veneno , piensa. Hay una puerta impenetrable.

Pero cariño , dice sin hablar, soy el diablo.

Y luego ella está detrás de él cuando él se vuelve hacia esa chica y ella vuelve a ver su reflejo: una cara roja y destrozada, una criatura de pesadillas.

"Adelante", grita. "¡Dispararme!"

Y Dios está tan confundida y asustada, pero cuando suena el disparo no es su dedo el que aprieta el gatillo.

Malcolm está de pie junto a ella, el humo se eleva desde su arma mientras las manos de Lucifer presionan contra su abdomen y sale húmedo y resbaladizo por la sangre.

“No”, grita y corre hacia él mientras él se derrumba en el suelo. "No, no, no", grita, presionando sus manos sobre su herida. "¡No puedes morir! ¡Eres el diablo!"

"¿Cómo se deletrea inmortalidad, detective? ¿Una o dos m s?" otro Lucifer pregunta casualmente mientras se arrodilla junto a ellos. "Pobre muchacho. ¡Eso no se ve bien! ¡Al infierno se va el pequeño bribón!"

"¡No! ¡Basta!" le grita a este extraño. Luego se vuelve hacia su Lucifer. "¡No vas a morir!" Ella ahueca su mejilla con una mano ensangrentada y susurra a través de sus lágrimas: “Siempre lo superas de alguna manera. Siempre mejoras ".

"Ya te lo dije, detective", jadea, tosiendo sangre. "Tú también me haces vulnerable", dice débilmente, sus ojos pierden la luz.

"¡No, Lucifer, no ! ¡ No entiendo! ¡ Por favor, no!"

Solo escucha el sonido de sus sollozos por un momento y luego, "¡Te dije que iba a reventar sus zuecos!" dice el otro Lucifer alegremente, apretándole el hombro con la mano.