Continuemos aprendiendo sobre los elementos que conforman una oración.
Los adjetivos son palabras que acompañan y complementan al sustantivo. Sirven para expresar cualidades y brindar más información.
Existen seis tipos de adjetivos:
Los Posesivos: Son aquellos que indican pertenencia, por ejemplo: mío, tuyo, nuestro.
Los indefinidos: Son aquellos que marcan generalidades, por ejemplo: escasos, demasiados, varios.
Los partitivos: Son aquellos que sirven para fraccionar o particionar un todo, por ejemplo, cuarto, tercio, medio. Aquí también aparecen los adjetivos múltiplos: doble, triple, cuádruple, quíntuple, séxtuple, óctuple.
Los numerales: Sirven para modificar el sustantivo indicando su cantidad. Por ejemplo: Somos cinco chicos. Hoy me tomé un litro de agua.
Dentro de los adjetivos numerales también existen dos tipos:
Los cardinales: Que sirven para escribir una cantidad especófica. Se escriben en una sola palabra hasta el número treinta, por ejemplo: veintiocho, dieciséis, etc. A partir del número treintuna y uno, los números que sean múltiplos de diez se escriben con dos o más palabras. Por ejemplo: ciento uno, trescientos cincuenta y cuatro.
Los ordinales: Que sirven para ordenar al sustantivo en la oración. Se modifican según el género y el número del sustantivo. Por ejemplo: primero, segundo, cuarto.
Los demostrativos: Son aquellos que indican cercanía o lejanía, por ejemplo: Este, ese, aquellos.
Los artículos: Sirven para determinar al sustantivo. En todos los casos coinciden en género y número. Por ejemplo: La chica es alta, El lago es profundo.
Si bien los adjetivos no son imprescindibles en todos los casos, sirven para brindar descripciones y enriquecer nuestro texto. Recordemos que, a diferencia de los medios audiovisuales, nuestra herramienta son las letras, así que es importante que el lector pueda ver mediante nuestras letras lo que estamos expresando.
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Manual de escritura: de novato a novato
De TodoEste manual recopila algunas cositas que yo fui aprendiendo a lo largo del tiempo. Quizás no salgas siendo un escritor profesional después de leerlo, pero quizás puedas aprender alguna que otra cosita. El conocimiento no se guarda, se comparte.