leñador | bajifuyu

CHIFUYU

— ¿Por qué estas gritando?

— ¡Estás a punto de cortarme la cabeza! — Le digo en pánico. — ¿Qué se supone que debo hacer?

El hombre del hacha asesino de la montaña mira hacia el hacha que tiene en la mano y luego la arroja al suelo.

¡Ahora es mi oportunidad! ¡Está desarmado!

Me alejo de él y empiezo a correr torpemente por la colina no tan empinada. En mi cabeza, me imaginé volando cuesta abajo a una velocidad vertiginosa, pero me estoy moviendo como un pez medio muerto.

Dios, esto es tan vergonzoso. Ni siquiera puedo bajar una colina correctamente.

Ahora, no solo me duele el tobillo, sino que estoy lleno de nieve y mis codos estarán magullados. Tal vez piense que soy tan perdedor que irá a buscar a alguien más genial para secuestrar y asesinar.

— ¿Estás tratando de llegar a algún lado? — Comenta mientras mi rostro golpea la nieve.

— ¡Estoy escapando!

— Te das cuenta de que yo puedo caminar más rápido que eso, ¿no?

¡Oh, no sirve de nada! Soy un pato sentado.

Me está matando el tobillo, no puedo caminar, no puedo escribir, ¡soy víctima del asesinato más fácil e inútil de la historia!

Ya puedo leer en mi lápida: Matsuno Chifuyu.

Mediocre como la mierda.

Me detengo patéticamente y me empujo en una posición sentado. Estoy llorando mientras enderezo mi pierna que ahora se siente como si hubiera sido sumergida en lava y luego atada a una explosión de dinamita.

Me da mucha pena y estoy al borde de un grito feo. Voy a morir sin haber logrado nada significativo en toda mi vida. Voy a morir sin haberme enamorado nunca. Voy a morir con un CD de Bad Bunny en el reproductor de CD de mi auto y todos pensarán que soy un fanático de Bad Bunny.

Los sollozos comienzan a salir y me cuesta mucho llorar cuando mi asesino se acerca y se inclina frente a mí.

Su ceño se frunce mientras toca suavemente mi tobillo.

— Esto se ve mal. Parece estar roto. ¿Puedes moverlo?

Quiere saber si puedo escapar.

— Sí — miento. — Puedo correr muy rápido

Me da una mirada extraña y, por primera vez, miro su rostro. Dios, que hombre más guapo, pero ¿los asesinos en serie no suelen ser guapos? Recuerdo las palabras de precaución de mi madre en mi cabeza: "A veces, son los bien parecidos los que realmente debes tener cuidado".

Es guapo, pero... bueno, no está bien definido. Lleva una bufanda marrón tapándole la nariz y una cabellera larga negra como el carbón debajo de su gorro de lana gris. Si hubiera un director buscando a un hombre para protagonizar el reinicio de Cazadores de Osos, este chico definitivamente obtendría el papel.

— ¿Dónde te estás quedando? — Me pregunta. — ¿En la cabaña de Miller?

Trago saliva mientras le devuelvo la mirada.

— ¿Tú lo sabes? — Oh Dios. Él sabe dónde me quedo. ¡Estoy muerto!

— Si lo sé. Siempre está llena de gente molesta de la ciudad que no se calla

— Sí — Le digo con un trago. — La gente de la ciudad es lo peor

Él mira mi abrigo de Burberry que me compré en promoción y frunce el ceño.