Michelle no esta sola..

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Acaricio tus finos blancos y cenizos cabellos, y tu como siempre no me percibes, tus cristalinas lágrimas acarician tu piel marcada por el tiempo y caen una tras otra al costado de tu almohada siendo mis dedos incapaces de detenerlas.

Estoy junto al grupo de personas que lloran al lado de tu cama, y ruegan que el tiempo se detenga y les regale unos instantes más contigo,.
Mientras yo por el contrario ruego desesperadamente que el tiempo se acelere y finalmente estés a mi lado.

Vaya.. tu habitación a cambiado mucho en todos estos años, recuerdo cada color que pintaron estas paredes y cada adorno que colgaba en ellas.
Tu convertirse este presidio de cemento y ladrillos en un espacio de libertad y desahogo.
Recuerdo la primera vez que cerrastes esa puerta con todas tus fuerzas, para que nadie viera a la niña orgullosa y egocéntrica llorar por un regaño de su madre.

Creistes llorar sola tantas veces, te daba palmaditas en tu pequeña cabeza Y apreciando la ternura con la que limpiabas tus lágrimas.
En ese entonces tu cuarto era color rosa, color que llegaste a odiar con el pasar de los años. Diciendo que ya no eras una niña y que preferirías destrozarte los oídos con esa música rock y llenarte los pulmones de nicotina, y beber hasta estar ebria. Debo admitir que te veías genial cuando lo hacías. Sabías controlarlo tu mente no era del todo débil.

Pintaste tu habitación de azul oscuro, que apenas podías ver los afiches pegados en tu pared. Al comienzo me torturabas con el volumen estridente de tu equipo de sonido y con esas letras indescifrables que solías cantar mientras dibujabas garabatos en las últimas páginas de tu libro de Ciencias. Tu madre no lo comprendía y las amigas que visitaron este lugar tampoco.

Recuerdo con claridad la primera persona que vino a este lugar, quien supo valorar como yo, la pasión con la que estudiabas y vivias por tu ciencia. El imbécil parecía perfecto, soñabas e ilusionabas tanto con él, que terminó dejándote por alguien más.
Y volviste a hundirte en tus lágrimas amargas por la traición y el sentimiento de insuficiencia que dejó en tu alma, mientras tu creías apartarte del mundo era donde yo más cerca de ti estaba, absorbiendo tus penas y tu amargura, dándote un consuelo silencioso.

Asi fui testigo de tus amores y desamores y de una variedad de personas que entraban y salían por esa puerta agrietada con la manija rota. Lo que para ti eran experiencias y lecciones de vida, para mi eran momentos en los que te perdía, abandonada en los brazos de quienes supieron desnudar tu cuerpo y tomar cada pieza de el, más no supieron descubrir el tesoro de tu alma.

Un amarillo pálido y paredes vacías fue la última decoración que me dejaste. Porque dentro de esas relaciones infructuosa encontraste la que Creistes ingenuamente que sería la definitiva.

Lloré tanto tu ausencia, todos estos años debi engañarme y rendirme, aferrarme a la idea de que no volverías, de que no sería testigo de volver a ver esos ojos marrones que reflejaban los deseos de tu alma, miraba por tu ventana deseando que en algún momento atravesarás ese jardín y volvieses a donde perteneces a mi lado. Jamás perdí la esperanza.

Estaría de más decirte como me sentí cuando te vi entrar de nuevo por esa puerta agrietada, me lancé como un niño pequeño a tus brazos sin que me pudieras sentir, te consolaba como lo hacía años atrás mientras llorabas y te preguntabas porque nuevamente fracasaste en el amor.?

Yo por otro lado, me sentí feliz ante tu desgracia, fui egoísta lo sé, mientras tu creias vivir en una prisión de soledad yo vivia el cielo en la tierra, acompañandote sin ser presenciado, abrazandote sin que sintieras mis brazos, besando tus labios mientras dormias y tu pensabas que era la brisa que se colaba por la ventana.

finalmente estabas a mi lado, oh mi amada, Michelle.. mi chica, no se si es castigo o bendición sentir amor después de la muerte o Dios está jugando su última broma conmigo.
Pero no me importa nada más, sólo el hecho de que estés a mi lado. Es como si nunca te hubieses ido. Siento que ahora esos amargos años pasaron al olvidó definitivo.

Te ves al espejo y ves como el tiempo deteriora tu piel y tu cabello blanco cenizo es prueba de todo el conocimiento y sabiduría adquirida de estos años. Piensas que te ves horrible que ya no queda nada más por hacer, pero yo te veo cada vez más hermosa y cerca de estar juntos.

El médico toma tu pulso ya casi extinto, tus sobrinos lloran, yo sonrio;
Ya es hora de que digas adiós a esta etapa llamada vida, donde sufriste hasta el cansancio donde te marcaron con mentiras y traciones, donde penetraron tu mente y hacían heridas profundas y casi incurables.

Al fin a llegado el momento que he esperado toda tu vida.
Porque esa cara?
Esperabas ver al ángel de la muerte? Pues no es asi amada mía, ven y vivamos el cielo juntos.

- Sam.

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