Nuestro protagonista Shoto Todoroki se encuentra en la escuela UA la cual es la más famosa de todo el país.
La clase 1-A se encuentra emocionada por una nueva estudiante de ingreso la cual recibe el nombre de Izumi Midoriya la cual llama la atención...
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Despues de aquel momento de de confort entre ambos hermanos, la mayor intento consolarlo de varias formas más, haciéndole su comida favorita, hablando de forma positiva, pasando el tiempo con el de una manera que antes no había hecho, un sin fin de cosas hasta que su pequeño hermano la detuvo diciendo que se hacía tarde y tenía cosas por hacer
Está sin más acepto y solo se quedó viendo como el contrario iba hasta tu habitación, algo desanimada ya que sentía no haberle ayudado en nada por más que haya Intentado -Seguro soy una pésima hermana... Que hubiera hecho mamá?-
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Ya era tarde, muy noche -para ser específicos eran las 4:27 de la madrugada- y aquel chico bicolor no podía dormir, sentía su cabeza doler fuertemente, los ojos pesados de manera insoportable
-Ahhh maldita sea... Tengo que dormir... Pero aún así con todos sto no puedo... ¿Que hago?
Se acomodaba de una y de otra y de mío maneras más posibles que pudiera para ver si había algo que lo ayudara a conciliar el sueño pero simplemente le era imposible. Estuvo pensando en demasiadas cosas todo ese tiempo, intentando poder dormir de una buena vez, simplemente no paso y ocurrió algo que seguro varios de aquí habrán experimentado
Ya era de día
Y no pudo dormir
Se sentía cansado
Pero eso no era todo, había algo peor para el y era que no solo se sentía mal por todo aquello también estaba débil, lo que menos hubiera querido se mostró, estaba enfermo, o eso quería ignorar pero con lo que sentía era fácil de detectar. Le dolía el cuerpo, la cabeza, no podia mantener bien su equilibrio. Quedó pensando en más cosas aún hasta que la hora en la que acostumbra desayunar llegó, su hermana por supuesto que lo noto y fue a verlo
-Shoto... ¿Estás despierto? No es normal que se te haga tarde- Le hablo su hermana detrás de la puerta aún cerrada, pero nadie le respondió -Voy a entrar ¿Bien? -Tal como dijo, lo hizo, entro a aquel cuarto y lo vio aún recostado -Hermana... Perdón... Yo... No me siento muy bien- Acto seguido, lo único que pudo hacer el chico fue cubrirse hasta la cabeza con aquella cobija que poseía -¿HAAAA? ¿De que hablas?- Fue hasta el para ir a verlo más de cerca- ¿Qué es lo que te duele? ¿Es muy fuerte el dolor? ¿Que tan mal te sientes? -No puedo responder a todo eso tan rapido... Pero me duele la cabeza... Y todo el cuerpo
