- ⊹ ᮫࣭﹆ֹ 🖇️𖥻 𝗗𝗔𝗡𝗗𝗘𝗟𝗜𝗢𝗡𝗦 ꒰ Park Sunghoon ꒱ 𖦹 '⌁

୧ ׅ𖥔 ۫ « 𝐨𝐧𝐞 » ⋄ 𓍯

Me puse el gorro y una gran sudadera para cubrir mi cuerpo del frío.

Eran las diez de la mañana del día de año nuevo, y la verdad, no aguantaba estar en casa oyendo las múltiples quejas por parte de Yong-Sun y Sooyoung, mis hermanas, hablando sobre el hecho de que su grupo favorito ni había ganado un concurso o algo parecido. Tomé una escoba y me puse las botas más resistentes que tenía, se me ocurrió que podía salir a barrer el camino de acceso para distraerme y hacer algo de provecho.

— ¿Pero qué vas a hacer ahora, Eun? — preguntó Sun, era la mayor de las tres, por lo tanto la "mamá" cuando nuestra progenitora estaba trabajando.

— Un poco de ejercicio. — Dije vagamente antes de sonreír mientras mi mente tarareaba una de mis canciones favoritas.

— ¡Pero ya saliste a pasear esta mañana y hace frío fuera! — Reclama esta vez la menor, una chiquilla de doce años que a mi parecer está muy mimada. — Hoy toca ver Netflix y comer palomitas frente a la chimenea. — Dice entusiasmada con los ojos brillosos por la mención de esta acción.

Sonreí mientras negaba antes de levantar la escoba para partir a fuera. — No soy como tu Soo, no puedo pasar un día acostada, necesito aventuras y nuevas emociones para sentir que disfrute mi vida. — Le recuerdo ya abriendo la puerta de la sala, le oí resoplar mientras la mayor le decía algo como "yo me quedare contigo, calma" antes de pulsar el botón de la pantalla prendiéndola al instante.

Ya fuera de cada miré la calle, el camino de acceso estaba bastante limpio a decir verdad, así que no sabía que hacer con la escoba, mire hacia un lado, la Casa de los Park. Conté las ventanas de la fachada, seis. Su construcción era de un estilo antiguo y se notaba a kilómetros que la construcción visual había sido hecha con piedra, al tener aun más dinero que nosotros, su pasto estaba meticulosamente más cuidado que el de nosotros, y eso que yo me encargaba de el nuestro. Sin algo más entretenido que hacer, mi mente empezó a desbordarse e imaginarse que se trataba de un gran castillo lleno de placeres costosos y sin una utilidad realmente valiosa solo por lo que costaban pero igual disfrutaban los dueños, siendo sincera, me pregunté como sería la familia del señor Park, pues los únicos que vivían con él era sus dos nietos.

Alcé la vista hacia la ventana del segundo piso y, para cuando me di cuenta de que el hermano  mayor de Sunwoo, mirándome, ya era lo suficientemente tarde como para moverme, así que, lo saludé con la escoba en la mano, y la ventana se resistió un poco cuando la jaló para abrirla. — ¿Cómo estás? — Preguntó él, Park Sunghoon, cómo si realmente le interesará saber más acerca de mi. 

Yo me encogí de hombros sin saber que responder, pues era una pregunta con varias respuestas, razones y demás. Ahora, lo que mi poca visión podía observar desde abajo, su nariz se veía colorada y también junto a sus ojos hinchados. 

— ¿Y tú cómo estás? — Pregunté yo al observar lo antes mencionado.

— Un poco resfriado, pero estaré bien.— Dice con una expresión con su mano haciendo de menos lo que había dicho.

— ¿Vas a pasar todo el día encerrado en casa? — Pregunté mientras mordía dentro de mi labio superior, no sabía hasta que punto podía entrar en confianza con un chico que era hermano mayor de un amigo, pero tampoco es como si me importara como comportarme con él.

— ¿Acaso te estás ofreciendo a hacerme compañía, Lee? — Preguntó con una sonrisa desde su cuarto, seré sincera cuando digo que su manera de sonreír no parecía de un resfriado.

— No realmente. — Conteste yo devolviendo la sonrisa haciendo mis ojos pequeños.

— Deberías. — Dijo "inconforme", creo que me gusto la seguridad que tenía en sus palabras, o en general, él mismo. No sabía si era de verdad o sólo estaba jugando, pero la verdad, quería estar con él hasta averiguarlo. — ¡Vamos, Lee Eun-Ji! — Gritó desde su ventana esta vez sonriendo.

— ¡No creo que sea una buena compañía para alguien enfermo! — Grité esta vez yo mirando hacia su ventana. — ¡No soy muy simpática y hablo sin parar, Park! — Entonces oí a un pelirrubio hablar desde su propia ventana, ¿en que momento la había abierto? Realmente no tengo la más mínima idea, sin embargo, me asustó un poco.

— ¡Vamos Eun, Romeo no estará todo el día pegado a su ventana! — Pauso Sunwoo dando una seña en forma pensativa. — ¡Además si no lo quieres hacer por él, puedes estar conmigo! — Aclaro esta vez sonriendo para después cerrar su ventana.

Meneé la cabeza con una pequeña sonrisa, si era sincera, quería conocer mejor a ese chico, Sunghoon, pero quisiera o no, tenía que pedirle permiso a mi madre, o en este caso, a Sun. El simple hecho de pedir permiso hacia mis mejillas colorear de color carmín, mientras una pequeña incomodidad aparecía en mi cuerpo.

¡Nunca había pedido ir a la casa de un chico! 

Y sabía como actuarían las chicas que se encontraban hablando de datos curiosos sobre la película que estaban viendo, si, hablaban fuerte y muy claro. Ahora, antes de dar la espalda y dirigirme hacia casa, decidí gritarle algo desde mi lugar por una última vez.

— ¡Tengo que preguntarle a mi madre si puedo ir, cierra la ventana, no te vayas a poner peor! — Exprese para después ver su ventana cerrada, y antes de que fuera a su casa, vi una sonrisa aparecer en su rostro.

Después de cerrar la puerta con mi pie, y dejar la escoba a lado de la puerta de la cocina, me encontré con Sun y Soo de pie en la cocina. Segundos de silencio que parecieron horas, en los que ninguna se movía o algo por el estilo, se rompió gracias a mi pregunta — ¿Qué? — Pregunté aun sabiendo lo que posiblemente venía.