Capítulo 20.

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Te despediste y fuiste hacia la salida de la finca. Normalmente era un recorrido tranquilo pero ahora tus manos estaban medias sudadas por el nerviosismo. Al estar frente a la puerta de la salida hacia el patio la deslizaste dejando ver a Kyojuro de espaldas alrededor del patio adornado. Cada parte de este tenía pequeños adornos, velas, guirnaldas, flores y en su centro una mesa para dos. El rubio se giró cuando sintió la puerta deslizarse, comenzó a andar hacia ti sin sus muletas con un poco de esfuerzo.

── ¿Ya puedes caminar? ── una pequeña sonrisa se escapó de tus labios  cuando llegó a tu lugar.

── No te preocupes por eso, acompáñame ── pasó una de sus manos para guiarte hacia la mesa del centro. Te ayudó con tu silla para que te sentaras y cuando lo hiciste, dejó su haori en su silla y se sentó. Tardó unos segundos para que llegara Senjuro con la comida. Abriste los ojos como platos, el había venido solo por visita ¿no? Él entregó a cada uno su respectiva comida y se alejó del lugar, en su dirección lograste ver a Zenitsu intentando tocar un instrumento haciendo aún más cómodo el lugar.

── Todo está muy lindo y delicioso. ── dejaste de ver todo el lugar y probaste la comida, sonreiste, tus mejillas estaban un poco sonrojadas. ──No pensé que tenías todo esto planeado para hoy...

── Uzui me ayudó, bueno más me aconsejó hacer esto. Senjuro apoyó la idea y con Zenitsu y Inosuke ordenamos todo el lugar... ── dijo y volvió a comer.

── Está muy bonito ── y era verdad. Al quitar todo lo que impidia la luz del sol por el día, la luz de la luna hacía más tierno el momento. Te encantaba la luna y por años fue tu gran compañera anunciando tu libertad. Y si le suma toda la decoración que estaba pensando solo para este momento, lo hacía más especial y bonito. ── No debiste esforzarte tanto por esto.. Todavías estás recuperandote de tus heridas..

Hablabas mientras seguías comiendo. Habías olvidado lo gran cocineros que son los hermanos rengoku.

── Quería hacer especial este momento pero si no te gusto debería...

Lo interrumpiste.

── ¡No, perdóname! Me expresé mal, no era esa mi intención. Me sorprendiste y mucho. ── sonreiste. Tu corazón estaba al mil, y no sabías cómo sentirte o expresar todo esto.

Siguieron comiendo entre risas, contando anécdotas y muchas historias entretenidas. Senjuro había preparado un menú bastante contundente como también exquisito. Al terminar todo, retiraron la mesa y quedaron frente a frente.

── ¿Bailamos?

Lo miraste cuando habló. Tus ojos se iluminaron y se veían más amarillos por la luz de la luna. Miraste al suelo un poco avergonzada.

── No se bailar ── Kyojuro al escuchar, dio una pequeña risa y tomó tus manos, una la colocó en su hombro y la otra la entrelazó con la suya.

── Solo siente la música, yo tampoco soy tan bueno ── susurró a tu oído al estar cerca. Tus nervios estaban en las nubes, sentir su mano en la suya y que la otra estuviera un poco más arriba de tu cintura haciendo que sus cuerpos estén más cerca de lo normal logrando sentir su calida respiración, era otro sentimiento que no podías describir por ti misma. Ambos conectaron enseguida, sentían la música y los pasos del otro como si nada, pensando que en ese momento eran ustedes solos en este mundo.

Colocaste tu cabeza en su pecho, convirtiendo el baile en un gran abrazo. Un paz y comodidad recorrió todo tu cuerpo, agradeciendo el día en que Tanjiro llegó a sus vidas logrando salvar la vida de aquel pilar de tu lado.

──Gracias ── susurraste con el fin que solo él escuchara. Soltaste una pequeña lágrima de felicidad. El momento hacia que te volvieras un poco más sensible, al pensar que tú nunca ibas a vivir esta experiencia te hacía un poco más vulnerable. Siempre veías a parejas felices, formando familias o solo compartiendo y lo único que pensabas era que en tu vida no lograrías nada de eso por lo que te prohibiste sentir algo por alguien fuera de tu círculo de amigos, Yushiro y la señora Tamayo.

── ¡No llores, por favor! ¿Te sostuve muy fuerte? ¿Te hice daño?

Soltaron el abrazo alejándose un poco. Secaste tu mejilla de la lágrima con un poco de risa. ¿Cómo pudo pensar eso?

── ¡Claro que no! Solo me emocioné un poco..

── ¡Qué bueno! ── sonrió.

Viste nuevamente la luna y ahora estaba alumbrando desde arriba, haciéndote entender que ya era momento de irte.

── Estuvo muy bonito todo. Muchas gracias, Kyojuro, pero creo que debo irm..

Te interrumpió.

── ¡Te puedes ir pero antes déjame decirte esto! ── un poco extrañada, asentiste y te quedaste esperando a que siga hablando ── Puede ser un poco raro pero.. me encanta estar a tu lado, es algo que no puedo describir y por un tiempo no sabia si estaba bien o mal todo esto pero ahora si lo tengo todo claro. Puede ser un poco rápido pero no quiero separarme de ti. Me preguntaba si.. ¿Quieres estar conmigo?

Lo miraste un poco extrañada. ¿Estar juntos? ¿A qué se refería? Recordaste por un momento cuando estabas junto a Akaza y Douma. El último te había preguntado si estarías todo el resto de sus vidas con él, tu hermano te alejó de él y respondió por ti obviamente en forma negativa. Luego de eso, Akaza te aclaró lo que era "estar con alguien" y lo resumió en lo siguiente " es estar acompañada de la persona que te inspira cada día, que no puedes vivir sin ella y que la amas cada día más. Obviamente no es Douma". Sonreiste por recordar lo último. ¿Rengoku quería hacer todo eso contigo?

── Perdón, pensé que era recíproco. Yo creo que ya puedes irt... ── lo interrumpiste pero de una forma distinta, acortaste la distancia con un tierno beso, su primer beso.

── Si, quiero. ── los dos tenían las mejillas sonrojadas al separarse del beso. Kyojuro juntó sus frente para luego alzarte en sus brazos y dar un par de vueltas.

── Con un simple si me hiciste el hombre más feliz del mundo ── dijo el de puntas rojizas dejándote en el suelo y volver a juntar sus labios.

continuará...


hola!
Espero le haya gustado el cap
cariños!

ara

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Nuestro deber  [Kyojuro Rengoku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora