Proyecto 2015/2016
La afectación cardíaca de Sif le causa ciertos impedimentos que la frustran. Loki no está seguro de si debe ayudar.
Cuando engañar es su única forma de sobrevivir, ni el síntoma febril lo impedirá.
La afectación cardíaca de Sif le causa ciertos impedimentos que la frustran. Loki no está seguro de si debe ayudar.
Adaptación realizada para la pagina de facebook: Tom Hiddleston-Loki como resultado de una votación donde el ganador fue Loki. Disfruten la historia.
Agradecimientos Especiales:
Por esa hermosa portada: Irii Padawer
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La primera vez que se dio cuenta de que su presencia perjudicaba a Sif más de lo que le ayudaba fue pocos meses después de su última misión en Vanaheim.
Las fiebres se habían vuelto cosa de todos los días; una más intensa que la anterior. Frigga temía que no quedara mucho por hacer, Hogun y Fandral compartían la preocupación, pero la necedad de Sif les impedía perder por completo las esperanzas.
Loki se adentró a la sala de curación con un suspiro cansado. Los chequeos se habían vuelto más frecuentes, y sabía que Sif no lo esperaba tan temprano, pero había aprendido a percibir las alteraciones en el humor de la guerrera y presentía que sufría de malestares otra vez.
La situación se estaba volviendo frustrante. Loki se había familiarizado con los cambios de temperatura corporal de Sif, por lo tanto le resultó sumamente sencillo darse cuenta de la agitación que sus visitas habían comenzado a producir en la aludida. No lo había reconocido en voz alta porque no había manera de solucionarlo.
—¡Ayuda, por favor!—El grito frenó los pasos de Loki, quien agudizó su mirada sobre el sirviente semi-desnudo que corría desesperado por los pasillos del palacio. Cuando el aludido lo vio, su cara se iluminó con alivio.
—¡Príncipe Loki! ¡Lady Sif ha perdido el sentido, creo-creo que está muriendo!— Loki frunció el ceño y retomó su marcha a ritmo duplicado, siendo seguido de cerca por el manojo de nervios del esclavo.
Loki le dirigió una seria mirada sobre el hombro.
—¿Qué sucedió?
El hombre se ruborizó hasta las orejas y balbuceó mientras trataba de seguir el ritmo del joven asgardiano.
—Oh, uhm... Lady sif, eh...
Loki empujó la puerta a la pequeña habitación de Sif y pudo deducir lo que había pasado, o no había pasado. Sif se encontraba desnuda e inconsciente sobre la cama, su piel sonrojada y sudorosa por la fiebre, o por las actividades que la fiebre había interrumpido. La arruga en la frente de Loki se remarcó.
