GIGANTES DE HIELO

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Loki se encontraba nervioso

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Loki se encontraba nervioso.

Desde hacía meses asistía con más frecuencia a la recamara de Sif para desahogar sus deseos más básicos y carnales, aquellos que le pedían a grito que tomara como suya a la valiente y respetable guerrera. De esa forma sentía que corrompía a la dama y él, amaba el peligro con el que jugaban.

Ambos se consolaban mutuamente en aquel reducido espacio donde podían ser ellos mismos sin miedo a ser juzgados, solo que ese día sin duda alguna había exagerado. No podía creer que se hubiese dormido en aquella cama sin preocuparse de la próxima coronación de su hermano y verse allí, frente a aquel enorme espejo con aquel elegante traje -a medio poner- a pocas horas de la celebración le removía el pecho.

¿En que estaba pensando cuando descuido su propósito?

Tenía una agenda especial para ese día y debía transcurrir como lo planifico, era más que seguro de que su anzuelo había sido mordido, de eso él mismo se había encargado, solo era cuestión de fingir, esperar y disfrutar en silencio.

Silencio que fue roto por el sonido de unos delicados pasos que se acercaban, estaba tan acostumbrado a la soledad de aquel pasillo donde se encontraba su recamara que cuando alguien pasaba por allí él fácilmente podía oírlos. Finalmente los pasos se detuvieron frente de su puerta y él enfoco su vista a aquel espejo que tenía en frente, veía la sombra de alguien debajo de la puerta y reconocía el aroma que desprendía la persona.

Su puerta fue abierta por una mujer galante y hermosa, de piel clara, ojos brillosos y cabello reluciente, rubio como el mismo oro que decoraba cada rincón de aquel magnifico lugar. Ambos se miraron a través de aquel espejo para luego regalarse una sonrisa, Loki como todo caballero se giro para observarla mejor, a pesar de los años seguía siendo la mujer más hermosa y admirada sobre toda Asgard.

Se aproximo a ella y le brindo un delicado y amoroso beso en su frente, cosa que ella agradeció con una suave caricia en su mejilla. Se sentía magnifico al hacer aquel pequeño ritual debido a que hacía algunos años atrás era ella la que tenía que inclinarse para besarlo en su frente y él, pequeño e inocente debía ponerse de puntitas para lograr tan siquiera tocar aquel adorable rostro con sus manos. Como cambiaba las perspectivas con el paso de los años, en ese tiempo que tardo en crecer maduro con todas las letras de la palabra, ahora no era un inocente niño al cual podían golpear con facilidad, ahora no lloraba sobre su cama mientras su madre lo consolaba por aquellas horribles pesadillas, ahora sabia que para amar debía de temer porque aquellos que amas son los que más daño te pueden hacer.

Y él, amaba a su madre y a Sif.

–Te ves hermoso hijo –Loki bajo un poco su rostro debido a lo vulnerable que se sentía estando a solas con su madre– Estoy tan orgullosa de ti y de Thor...

–Lo sé madre –Se aproximo a decir para no escuchar más halagos para su hermano, que a pesar de no estar presente siempre lograba ser el centro de atención– Hoy es el gran día de mi hermano –Sabia que debía de tener cuidado con lo que decía, su madre era muy perceptiva y de paso tenía el maravilloso don de descubrir sus mentiras, le había costado años en poder engañarla, más aun así no se descuidaba cuando se trataba de ella.

Febril: Loki & Lady SifDonde viven las historias. Descúbrelo ahora