⁀➷ 25 ִֶָ

2.2K 338 69
                                    

-¿Podrías parar de ignorarme?- Tomé bruscamente a Seungmin del brazo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


-¿Podrías parar de ignorarme?- Tomé bruscamente a Seungmin del brazo. El chico rodó los ojos con aparente fastidio.

-Voy tarde a la clase de economía.

-Yo también voy tarde a mi clase-. Reproche.

-Bien. Entonces ve a clases y no sigamos perdiendo el tiempo.

Me sentí realmente ofendido al escuchar eso, su expresión neutra.

-¿Qué te pasa? ¿Hice algo que te molestó? Seungmin tú no eres así, deja de comportarte de esa manera-. Los labios del chico temblaron, sabía que algo pasaba.

-Me tengo que ir-. Seungmin se zafó de mi agarre sin esperar una sola palabra. Me encogí de hombros, una opresión muy conocida para mí empezó a aparecer en
mi pecho El timbre sonó, era nuestra primera clase.

Dejé de mirar mis zapatos, y me encontré con la mirada de Ryujin. Al principio no reaccioné rápido, pero luego de unos segundos que ella bajó su mirada, grité de inmediato.

-¡Ryujin, ven acá!

Y como si había presionado alguna clase de botón, la chica salió corriendo, corrí también tratando de alcanzarla. ¿Qué le pasaba en éstos días a todos? Estaba siendo completamente ignorado sin saber porqué.

Quería recopilar para tratar de entenderlos, pero por más vueltas que le diera al asunto, no comprendía nada, primero porque no recuerdo haber dicho nada malo, segundo porque ninguno de ellos era así, ellos no escapaban de los problemas, sólo Minho, y él dió una buena excusa al decir que estaba ocupado con las tareas.

Mis pulmones empezaron a arder después de unos minutos, por lo cual mis pies empezaron a perder fuerza también hasta que llegó un momento que me detuve, con una mano en mi estómago tratando de recuperar aire, mi ceño fruncido, mi garganta se encontraba muy seca.

-Eres un...- Ninguna palabra pudo seguir saliendo pues una tos me invadió.

Cielos, debería hacer ejercicio, me estaba cansando muy rápido. Miré mi reloj, Ilevaba cinco minutos de retraso, y conociendo a mi gruñora e insoportable profesora de matemáticas, me dará todo un sermón.

Tomé todo el aire que pude en cuestión de segundos para luego hecharme a correr de nuevo, sólo quedaban pocos días para graduarme, quedaban muy pocos, no entiendo porqué los profesores nos hacen seguir viniendo.

Toqué la puerta desesperadamente, y no pasó mucho tiempo para que ésta se abriera, el ceño fruncido de la profesora me hizo tratar duro, su mirada que me enteraba mil cuchillas me hizo hacer una reverencia temblando.

-Llegas tarde.

No me diga.

-¿Se te pegaron acaso las sábanas al cuerpo?- Hice un esfuerzo por no rodar los ojos. Y al parecer tenía un poco de suerte, pues la profesora dio media vuelta y me dejó pasar, era raro que no me había gritado muchas cosas en la cara.

  Tᥱorίᥲ dᥱᥣ ᥲmor ✰ ᗰIᑎՏᑌᑎᘜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora