Punto de vista Harry:
Buscaba por todos lados a Sara, tenia que saber si ya tenia todo listo, estaba dispuesto a decirle que si aun no tenia el lugar la llevaria a casa, todo con tal de sacar a pepe del corralon. Ella parecia esconderse, no la habia visto en toda la mañana, incluso fui detras de sus amigas sin que ellas se dieran cuenta para escuchar si sabian en donde podria estar, pero nisiquiera hablaban de ella, era como si no exsitiera.
Seguí en mi busqueda por Sara, por los salones en los que tenia clase, la biblioteca y nada.
-Oye -Le dije a una chica que iba pasando. Me vio asustada pero permanecio ahi observandome. -¿Como te llamas?
-Ana.
¿Anna? se me hacia conocida.
-Oh, Ana. soy Harry -Me presente. No supe que mas decir. -¿Vas a entrar al baño?-¿Si?
-¿Puedes hacerme un favor? -Asintio desconfiada. -Puedes ver si hay alguna chica ahi dentro, se llama Sara.
Ella entro sin decir mas, espere por varios segundos, hasta que salio. -No hay nadie, estan completamente vacios. -Comento dejando la puerta abierta para que yo mismo pudiera ver, ella decia la verdad, no habia nadie ahi. Agradecí y me marché sin mucho animo.
Pensé que todo habia sido en vano, parecia como si se la hubiera tragado la tierra; hasta que que fui a la cafeteria y logre ver esa estupida lonchera de flores que solo ella podria usar. Estaba sentada sola en el almuerzo, llevaba un peinado diferente y solo picaba su comida.
Fui a tomar una bandeja y me acerque, me sente en frente a ella sin importar que alguien o todos me vieran, total, para los padres de Sara solo estabamos juntandonos para un proyecto escolar. Teniamos la excusa perfecta.
-Hola. -la salude. Ella escondio su rostro entre su cabello.
-¿Que haces aqui? -Pregunto.
-Solo queria saber como ibas -dije dandole un mordisco a mi sandwich.
-Voy bien, me faltan 100£ -Dijo con la mirada baja.
-Y tu crees que...ya sabes, ¿me puedas dar algo por adelantado? -Pregunte tratando de no sonar desesperado.
-Claro, pero no tengo el dinero aqui justo ahora. -Dijo de esa forma rara en la que se estaba comportando. -Te lo traere mañana.
Sabia que me iba a odiar por meterme mas de la cuenta en cosas que talvez no me importaban, pero ella estaba demasiado extraña. -¿Que te pasa? -Pregunte.
-Nada. -Respondio cortante.
-¿Ya no quieres hacer esto? -Pregunte. Si ella ya no estaba segura, yo no iba a obligarla, perderia a Pepe, pero no podia obligarla a hacer algo que ella ya no quisiera hacer. -Podemos olvidar esto y...
-No. -Me interrumpio levantando su vista.
Habia algo raro en ella, me atrevi y quite el mechon de cabello que cubria la mitad de su rostro. -¿Quien te hiso eso? -Pregunte -¿Quien jodido te hiso eso Sara?
-Nadie, yo me golpe sola. -dijo volviendo a cubrir su ojo derecho. Tenia un moreton alrededor del ojo, habia un derrame adentro de este y la piel se veia casi negra.
-Eso que te lo crea tu abuela -le dije -¿Fue tu novio? ¿Se entero de algo?
-No, él jamas me haria algo asi.
-¿Entonces quien te lo hiso?
-¿Porque te interesa saber? -Pregunto.
-Porque...nadie tiene derecho de golpearte, y tu no debes dejar que te hagan algo asi.
-Mi madre tiene derecho.
-¿Tu mamá te hiso eso? ¿Porque? -Pregunte.
-Porque no hise nada cuando "Nos pusieron juntos de equipo" -dijo haciendo comillas con sus dedos. -Esa biblia si que pesaba. -Rio un poco
-¿Te pego con una biblia? ¿Con una puta biblia?
-¡No la llames asi! -Se quejo -al final de todo es santa.
-Lo lamento, pero tu mamá no puede ir golpeando a la gente en la cara con una biblia. Estoy 99% seguro que Dios no las hiso para eso.
-Pues yo estoy 100% segura, igual mi mamá no lo ve asi, dijo que habia recibido un castigo de él.
-Que locura. -Admití -¿Sabes? podemos ir a la enfetmeria.
-¿A la enfermeria? No, estoy bien.
-¿Segura?, Niall es buen amigo de la chica encargada de ahi, te podria atender rapido.
-¿De Makenna? -Pregunto sorprendida. Asentí -Ya fui con ella, me dio esto. -Me mostro una cajita de plastico con dos pastillas.
-Dios. -Dije. No podia dejar de ver su ojo. -Si que estaba enojada.
-Si -Rio -Y dijo que recibiria mas si no hacia algo para que te alejaran de mi.
Pero...pensé que todo estaba resuelto, ayer habia hablado con ellos, habia tenido una buena mentira para decirles, habian dicho que estaba bien y que dejarian a Sara ayudarme. Que falta de palabra tienen, porque golpear a su hija si sabian que solo hariamos un trabajo.
-Oye -Dije despues de varios segundos -No se si sea seguro seguir con esto. -Confesé.
-Yo quiero seguir. -Soltó -No me dejes sola.
-Pero Sara, si tu mamá te vuelve a hacer algo asi...¿Que tal si para la proxima es algo peor?
-Estaré bien, tu no te preocupes por mi. -Dijo -Se como lidiar con mamá.
-Espero que sea verdad, te voy a decir algo, si vuelven a herirte de cualquier forma, esto se acaba ¿Entendido? no quiero ser el culpable de que te golpen. -Sentencie -Nos vemos despues. -Termine levantandome de la mesa.
-¿Porque te vas? -La escuche decir.
-Porque estoy enojado. -Respondi
-No lo pareces. Hablas muy calmado para estar enojado.
Pare en seco y volvi hacia ella. -Que este enojado no significa que te voy a tratar mal. -Dije con voz firme, ella me vio sin expresion en su rostro y juro que sus mejillas se enrojecieron un poco.
Esta chica era...diferente.
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No Control
Cerita PendekSara Sanders hija de un matrimonio cristiano, ingenua y apunto de descubrir su punto G.