𖦹𝐔𝐧 𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐨 𝐃𝐢𝐨𝐬 𝐆𝐫𝐢𝐞𝐠𝐨𖦹

❝𝐃 𝐎 𝐒❞

Subí a mi habitación, con nerviosismo y aun sonrojada al mil, el hecho de que el mismísimo Harry, haya hecho eso me tenía sorprendida.

Llegue a mi cama y me acosté boca abajo, tratando de analizar todo lo que había pasado, mi papá, menciono a mi madre enfrente de mucha más gente, acción que me hace enojar.

Los pongo en contexto, mi madre abandono a mi papá y a mi cuando yo solo tenía 3 años, crecí creyendo que ella nos abandonó por la condición de mi padre y realmente no me importaba su bienestar, si había fallecido o se había casado de vuelta y formado su familia de nuevo. Ella reapareció en mi vida cuando yo tenía 12 años, con la grandiosa excusa de que tenía que ir a estudias a Beauxbatons, ya que, yo nací allá y no iba a recibir la carta de Hogwarts, y en eso ella tuvo la razón, esa carta jamás llego, pero nunca perdí las esperanzas. Así que por eso estoy tan molesta con ella, llevo solo 2 años y un poco más conociéndola y me ha costado decirle madre o...mamá; eso me provoco problemas de confianza y con ella llego la ansiedad y mis ataques, ahora llevo medicación y voy con una psicóloga muggle. Mi hermano este año cursa su segundo años en Beauxbatons mi madre le consiguió una plaza allá y mi papá y mamá Tonks aceptaron.

El sonoro golpe que sonó en la puerta de mi habitación me saco de mis pensamientos.

-Papá, no tengo ganas de hablar gracias—dije con mi cabeza aun en la cama.

Abrieron la puerta y me levante y pude ver una hermosa melena castaña—no soy tu papá, entonces si podemos hablar—dijo Hermione riendo, contagiándome la risa.

-Discúlpame, de haber sabido que eras tú me habría parado—comente avergonzada y me hice a un lado para que ella se sentara conmigo en mi cama— ven platiquemos.

-No te preocupes, subí porque me pareces una chica interesante—alce una ceja confundida—me refiero a tus nombres, tu manera de expresarte tanto con las palabra sino que también con tu forma de ser, y más que nada por tu repentina desaparición de hace rato—mientras hablaba, observaba mi parte de la habitación con gran detenimiento.

-Mis nombres son un tanto raros, ¿quieres saber de dónde vienen?— cuestione, mientras ella asentía y se acomodaba en mi cama, para tomar una posición más cómoda, vaya que seremos buenas amigas—bueno, bueno; el nombre Dalhia, es el nombre de una flor de origen mexicano pero el nombre es de origen griego y quiere decir "mujer hermosa", mientras que Calipso es el nombre de una ninfa que habitaba en la isla llamada Ogigia, según la Odisea, es una hija del titán Atlas, su nombre proviene del griego que significa "la que oculta"—conté tal como si fuera una historia—mejor dejo de hablar, si continuo no parare de hablar.

-Oye, si me interesaría seguir escuchando, se ve que es un tema que te gusta demasiado—comento mientras apuntaba a las paredes de mi habitación que contenían pósteres y en mi escritorio había escrituras en griego y libros igual.

-Me encanta todo lo de la mitología griega, pero se lo tengo que agradecer a mi madre, en su familia se dice que todas las mujer y los hombres tenemos descendencia con algún dios o diosa, o alguna ninfa, o titán o titanides—dije muy entusiasmada—por eso mis gatos se llaman así, Hades fue uno de los dioses principales, dios del inframundo y Perseo, fue un semidiós, hijo de Zeus, una de sus grandes hazañas fue que el decapito a Medusa y de su cuello brotó su descendencia: el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor.

-Wow, sí que sabes, creo que seremos grandes amigas, a mí también me fascina aprender—asentí mientras ella se levantaba de la cama y se dirigía a mis repisas donde tenía libros varios— ¿Qué libros son estos?—señalo mis 6 diarios negros con una ligera líneas dorada.

-Son mis diarios, no escribo en ellos mis días y así, más que nada lo que pienso y en ellos dibujo, escribo frases y lecturas sin sentido ¿los quieres ver?—realmente no me daba pena, excepto por el diario número 4, ese nadie lo podía ver, ella asintió muy gustosa.