Diez chicos, diez colores.
Diez historias de amor que te pueden interesar. Por favor, ingresa al club nocturno (o bar gay) "The boys" y sabrás de lo que hablo.
- Señora, esto nos apena mucho en verdad, pero debemos cumplir un protocolo. Tome asiento por favor.
El oficial de policía, señaló la silla frente a su escritorio, indicándole a la respetable mujer que se sentara.
Mamá Enna, como sus muchachos le decían de cariño, se sentó donde le fue indicado y acomodó su bolso sobre su regazo.
El hombre de uniforme estaba bastante sorprendido porque cada movimiento que la mujer realizaba, indicaba que era una señora de sociedad, alguien que fue criada en cuna de oro y que no tenía necesidad de ser la administradora de un Club y prostíbulo gay.
- Responderé cualquier pregunta que usted haga, oficial. Pero le advierto, en cuanto insinúe que uno de mis niños asesinó al sujeto que investiga -la mirada de la mujer se oscureció- yo me iré inmediatamente.
- Tiene plena confianza en esos muchachos ¿verdad?
Al no obtener una respuesta, el oficial continuó.
- No se preocupe, solo necesito información sobre este hombre, dígame únicamente lo que sepa sobre él.
- De acuerdo, estoy lista.
El policía abrió una de las carpetas de su escritorio y sacó de ella una fotografía. Se la entregó a la señora Enna.
- ¿Lo reconoce?
- Pues claro, era un cliente regular en nuestro bar.
- ¿Llegaba todos los días?
- Definitivamente no. Este hombre llegaba los fines de semana, se reunía con otros dos sujetos, bebían y luego se retiraban. Jamás requirió el servicio de uno de mis niños, solo bebía.
- Entonces es cierto, este sujeto era heterosexual, solo llegaba al bar porque es elegante y discreto.
- Así es, lo más probable, quizá su amante era una mujer de otro lugar. ¿Puedo retirarme ya? No va a multarme por prostitución ¿Cierto? Todos los chicos son mayores de edad y tengo un permiso de tus superiores.
- Lo sé, no tiene que preocuparse por ello. Muchas gracias por su tiempo y cooperación -el oficial Dun se puso de pie y le indicó a la mujer que hiciera lo mismo.
- Debería visitarnos cuando esté libre, tenga, le dejaré estos dos pases exclusivos para zona VIP, aunque no sean miembros de nuestro Club. También si quiere a alguno de mis niños, puedo hacerle un descuento.
El oficial tomó la tarjeta y sonrió.
- Habla de ellos con cariño, ¿realmente son sus empleados?
- Son mis niños, no mis empleados, y tres de ellos son mis hijos.
- No sabía que tenía hijos.
- Permítame presentarle.
Enna tomó asiento de nuevo y de su bolso sacó 11 fotos pequeñas y las tendió sobre el escritorio del oficial, éste no tuvo más opción que sentarse de nuevo y poner atención.
Normalmente mamá Enna no revelaba la identidad de sus chicos, dentro del club, todos usaban su respectiva máscara, pero esta vez confiaba en el servidor público, además no le revelaría sus verdaderos nombres.
- Este joven tan apuesto es Azul -comenzó a hablar la mujer.
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