LIGADO

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— ¡Potter en Hogsmeade! Veremos cómo el pequeño imbécil podrá salir de este - Severus dobló una esquina justo a tiempo para ver al propio infractor levantar la cabeza y hacer una pausa como un ciervo atrapado en los faros, con las manos cubiertas de tierra y luciendo peor por el desgaste. –Te tengo ahora –pensó Snape con una sonrisa.

—Mi oficina, ahora – ordenó y Potter no tuvo más remedio que obedecer.

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Poco tiempo después, Potter estaba sentado en una silla en la oficina de Snape mientras este último se cernía sobre él: — Por favor, dígame Sr. Potter, ¿cómo es que el Sr. Malfoy vio su cabeza flotando en Hogsmeade cuando usted o cualquier otra parte de su cuerpo? ¿No está permitido allí en absoluto?

—Tal vez Malfoy esté alucinando – tartamudeó Potter

— El señor Malfoy no sufre de alucinaciones - se burló Snape, agarrando los pasamanos de la silla donde estaba sentado el chico, bloqueándolo. Los ojos de Potter se abrieron y su cuerpo pareció congelarse. Los ojos de Snape se entrecerraron cuando un aroma tentador golpeó su nariz. ¿Qué demonios?

Snape se echó hacia atrás — Saca tus bolsillos

Potter comenzó a entrar en pánico aún más. El chico estaba escondiendo algo después de todo.

Justo cuando el chico empezó a sacar cosas de sus bolsillos, el flú se encendió y Lupin salió. ¿Qué quería el maldito hombre lobo ahora? ¿Vino a salvar al hijo de sus mejores amigos de las garras del malvado murciélago? Potter no se estaba escapando tan fácilmente.

—¿A qué debo el placer? - preguntó Snape burlonamente.

—Siento molestarte Severus, solo me preguntaba cuándo estaría lista la poción? Empecé a sentirme de mal humor- oh Harry ... - Lupin se detuvo a mitad de la oración, mirando al niño.

Snape arqueó una ceja, ¿cómo era posible extrañar a Potter en su oficina? Miró hacia el chico, para verlo encogido en el asiento, con las rodillas hasta el pecho y los brazos alrededor de ellas, sus ojos asomando por debajo de su pelo desgreñado, mirando muy redondo detrás de sus anteojos. Estaba temblando. Sin darse cuenta de lo que estaba haciendo, Snape se acercó al chico, protegiéndolo de la mirada del hombre lobo. El olor lo golpeó de nuevo; mucho más fuerte esta vez. Mierda.

—Lupin, te sugiero que te vayas ahora - dijo Snape en un susurro mortal, volviéndose hacia el hombre, pero sin alejarse del chico maravilla.

El profesor de DCAO parecía haberse quedado atascado en su lugar, las fosas nasales dilatadas y los ojos enfocados en el centro del pecho de Snape, su mirada tratando de penetrar en el cuerpo detrás del Maestro de Pociones.

—¡Ahora! - gruñó Snape y la cabeza de Lupin se disparó, finalmente pareció volver a sí mismo y dio un paso hacia atrás en el flú para ser llevado a otro lugar, con suerte muy lejos de aquí.

Severus sintió que tiraban de su túnica y se dio la vuelta, encontrándose cara a cara con el ahora de pie Harry Potter, que estaba demasiado cerca para su comodidad.

— Profesor, ¿qué me está pasando? - suspiró el chico, mirando a Severus con las pupilas hinchadas.

—Estás en celo - logró responder Snape. El olor de Potter penetró a través de todas las defensas de Snape y aterrorizó al hombre. Ningún omega podría excitarlo jamás, y sin embargo, aquí estaba, su polla llenándose bajo su túnica, debido a Potter. Potter era un omega, que se estaba acercando aún más, con las manos retorciéndose en la túnica de Slytherin, tratando de fusionar sus cuerpos.