Sus brazos están rojos después de tantos minutos, u horas, de haber sido frotados, un signo evidente de nerviosismo.
Sigue pensando en él. El chico nuevo de la escuela a la que llegó, donde está empezando a sentirse cómoda y con una sensación de que algo le falta.
Haku.
Al principio no supo que había un nuevo estudiante, pues estaban en clases diferentes, pero lo notó al estar jugando con un balón, fue algo extraño, de repente sintió mucha alegría mezclada con nervios, lo cual se intensificó y calmó en partes iguales cuando se encontró con su mirada, después de unos segundos él le dedicó una sonrisa que le pareció muy íntima pero extrañamente adecuada, y tuvo que refrenarse para no correr hacia donde se encontraba para abrazarlo.
–Es nuevo –le había informado Mei, que se encontraba cerca de ella al notar su mirada de interés–. Hablé con él por casualidad, es muy amable. Se llama Haku –añadió antes de encogerse de hombros y volver su atención al juego.
Y eso fue todo.
O eso fue lo que creyó. Hasta que, después de un rato, lanzó el balón muy lejos y, como si se lo ordenaran, aterrizó con fuerza contra la nuca de Haku.
Inmediatamente se había acercado, pero, lo que más le sorprendía, era el hecho de no sentir vergüenza o enfado contra sí misma por semejante muestra de torpeza, sino un inmenso alivio por tener un buen pretexto para acercarse a él y hablarle.
Pero algo extraño había pasado, pues, al estar frente a él y mirarlo por fin, una imagen apareció de repente tras sus párpados, donde Haku estaba tendido en un piso de madera, cubierto con magulladuras, pero apareció de una forma tan rápida que creyó que la había imaginado.
Salió de su estupor cuando él le tendió su balón, con una sonrisa enorme a pesar de que debería de estar enojado con ella, no encantado.
–Disculpa –susurró.
–No te preocupes, Chihiro –su voz trajo el destello de un dragón hermoso de un blanco inmaculado–. Todos están bien –le dedicó una especie de reverencia y después se marchó.
Y eso fue todo.
Seguía pensando en ello.
¿Qué era lo extraño? No que supiera su nombre o que se hubiera dirigido a ella con tanta confianza. No. Y eso era lo que más le preocupaba.
Todos están bien.
¿Quiénes eran todos? ¿Por qué esa frase sinsentido le había proporcionado tanta alegría como si supiera quienes eran ellos?
Frotó sus brazos una última vez antes de decidirse buscar mañana al chico para que le explicara qué era todo aquello. Tal vez podría ayudarla a explicar esa sensación rara de que algo faltaba en su vida.
.
¡Hola!
Se me ha ocurrido subir esta pequeña historia de la película que más amo en la vida. Spirited Away/El viaje de Chihiro... etc... En serio, ¡la amo! Y, si no la conocen, se las recomiendo muchísimo. El director es Hayao Miyazaki.
Espero que les haya gustado. Nos leemos
Missannie
p.d. Son tres capítulos, iguales de cortos que éste :D
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Raise
RomanceSeguía pensando en ello. ¿Qué era lo extraño? No que supiera su nombre o que se hubiera dirigido a ella con tanta confianza. No. Y eso era lo que más le preocupaba. Necesitaba respuestas y el único que podría dárselas era él: Haku.