† ʜᴀꜱᴛᴀ Qᴜᴇ ᴛᴇ ᴠɪ † [ʜᴀɴᴍᴀ ʏ ᴛᴜ]

Parte 2

— jumm... — me quejé sin abrir los ojos. — Que sueño... mas raro...

— ¿Qué soñaste t/n? — decía alguien mientras se acercaba a mí.

— Ay... No... — reí decepcionada — No fue un sueño... Hanma

— Ahh ¿Te refieres a mi? — rio burlonamente. — Si es así, seguro fue un buen sueño.

— Sí... Fue divertido... — sonreí e intenté moverme, pero el cuerpo me dolía tanto que no me lo permitía. — Ne, Hanma. Dime que no tengo nada fracturado, por favor.

Lo escuche reír mientras acariciaba mi mejilla.

— Buenas noticias, solo una pierna y tu muñeca. Mira no está tan mal — alzó bruscamente mi brazo y el dolor inmediatamente hizo que gritara y abriera los ojos.

— ¡¿Pero qué demonios te pasa?! — grité casi furiosa, sin embargo no podía enojarme con él, no cuando él había vendado mi mano — Vaya, trataste mis heridas ~ no eres una mala persona.

— Lo sé

— Mentira, eres completamente despreciable, bueno, solo un poco. Por cierto, no tengo ni idea de cuánto tiempo estuve inconsciente.

— Solo una hora — decía aún con esa sonrisa burlona.

— Mentiroso

— Estuviste inconsciente un año

— Ajaja si como no

— Entonces no lo sé — se levantó del colchón y camino en dirección a la puerta.

— ¿Qué? No, no me dejes así — llamé.

— Solo iré a preparar la ducha, ese uniforme ya no se ve tan bien como al inicio — sonreía pero conforme avanzaba en sus palabras su expresión de volvía sería.

— Mierda, la escuela. ¡Ya déjame ir! — patalé con el mi única pierna sana.

— No — sonrió y salió de la habitación.

— ¡¡Ayyy!! ¡¿Por qué eres así?! — me quejé cuando quedé completamente sola en esa habitación oscura. — Tengo hambre... Y otra vez estoy aburrida.

— Okay, piensa t/n, piensa — me susurraba a mí misma.

— ¿Crees que te dejara ir?

— Lo dudo

— ¿Intentaremos escapar?

— No lo sé, primero, hemos visto que estamos como por el décimo piso, con esta pierna rota no lo lograremos. Segundo, no estoy tan mal aquí, al menos en este lugar hay alguien que de alguna manera se ha preocupado por mis heridas a pesar de que él mismo las causara.

— Entonces ¿Esperaremos hasta que estemos bien?

— Probablemente, si no es que nos mata antes.

— Hamna es raro...

— Mira quien lo dice, tu no te quedas atrás, t/n. — conversaba en voz baja. — En fin, ¿Crees que ya se habrán dado cuenta que no estoy en casa y que no llegué a la escuela?

— No lo sé, Cómo saberlo si Hanma no me dice cuánto tiempo estuve dormida.

— Y que tal si sí estuve solo una hora inconsciente.

— ¿Eres estúpida o te haces? Sí, se que  tenemos mala memoria, pero era de día cuando llegamos aquí, y ahora si te diste cuenta, no lo es — me di un facepalm.