Regresa a casa.

88 16 5
                                    

Me encontraba bastante mareado, con somnolencia. 

<<¡Muévete!>>.

Sabía que si me dormía jamás despertaría. 

<<¡Revisa que no tengas heridas graves!>>.

En realidad no sentía nada. No había dolor. 

<<¡Muévete! ¡No te duermas!>>.

—Vuelve a casa, capitán

Abrí los ojos de golpe. 

—¿Piers? —dije en voz alta. 

Nadie estaba conmigo. 

<<Esa fue su voz>>.

Aunque me costara y sintiera mi cuerpo como espaguetti, me levanté y me revisé. Curé algunas heridas y volví a acostarme. Levanté mis piernas sobre una  estructura para que la sangre circulara. Saque algunas barras de mi mochila. 

<<Espero sentirme mejor con esto>>.

Comencé a comer. 

<<Si tan solo estuvieras aquí conmigo —Di un mordisco a la barra nutritiva—. ¿Te confesaría mis sentimientos?>>.

—Gracias, Piers, por apoyarme tanto. 

—Eres una hermosa persona, ¿cómo no apoyar a alguien así? 

Sonreí. Sus ojos se clavaron en los míos. Desvíe la mirada al escritorio. 

—¿Por qué ya casi nunca me miras? —preguntó confundido. 

—¿De qué hablas? —dije nervioso. 

—Cada vez que te veo a los ojos —Se acercó a mi—, volteas a otra parte. 

—Bueno creo que… —<<Es el momento para confesarle todo, debo decirle lo que siento>>—, es que… —<<Y si se asusta y decide cambiarse de equipo. Ya casi no lo vería>>—, no me había dado cuenta —sonreí. 

Levantó una ceja y gracias a el de arriba, alguien tocó la puerta. 

—Adelante. 

Piers se apartó. 

—Capitán Redfield, Norman quiere verlo. 


<<Aquella vez casi le digo todo lo que siento. Quizá debí hacerlo>>.

Espere unos minutos para recuperarme. Probablemente ya estaba todo un equipo buscándome en estas profundidades. 

<<¿Cuánto tiempo llevo aquí?>.

Me incorporé. Recargue mis armas y seguí. 

Ni siquiera sabía en donde me encontraba ni a dónde iba, pero no pararía hasta volver a ver a mi teniente. 

Desde que los directivos de la BSAA le pusieron fin a los rumores mi relación con Nivans mejoró. 

<<¿A qué se habrá debido?>>.

—Capitán. 

Piers sonrió cuando salí del establecimiento. Se encontraba recargado en mi auto, con un par de boletos en la mano. 

—Creí que te habías ido hace rato. 

—Bueno, si me fui, pero a comprar estos boletos —Los alzó para que pudiera verlos. 

I'll find you. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora