JIMIN

IX

Es tan impropio de mí, estar tan atrapado
Tus bonitas historias, son todo lo que quiero
Pero hay algo que me asusta, como que me quiere hacer correr
Deseando que haya algo aquí después de toda nuestra diversión, así que
No me decepciones, no me dejes caer

-Don't disappoint me by Ruth B

[✨]

Después de llegar a casa y que Eunwoo le diera la bienvenida, decidió subir rápido a su habitación para tener esa llamada con Jin, asumiendo que Eunwoo se quedaría trabajando en su oficina como siempre hacía últimamente

Tomo su laptop que estaba en el escritorio en frente de su cama y decidió marcarle a Jin por videollamada, este le contesto al segundo tono

— Hasta que te dignas a hablarme — Escucho Jungkook de la otra línea y pudo a observar a Jin que estaba desde su celular en lo que parecía ser su sala. Pudo ver que traía un suéter blanco y podía ver su teñido cabello morado

— He estado trabajando, Hyung — Explico Jungkook - De todas formas tu podrías hablarme a mí

— Yo fui el que lo hizo la última vez, así que te toca a ti, así funciona — Trataba de mostrar su punto obvio Jin

— Ya, ya entendí — Menciona Jungkook soltando una suave risa — ¿Que ibas a contarme?

— Oh, espera tengo que buscar a Mina para esto. Es una noticia de ambos — Dice Jin para después levantarse de su lugar e ir a buscar a la chica mencionada

— Hola, Jungkookie — Dice la chica cuando Jin ya está al lado de ella y Jungkook puede verla por la pantalla

—Hola, Mina — Responde Jungkook — Bien, ¿ahora me dirán?. Me estoy emocionando

— Vamos a ir a Seúl en un par de meses — Jin parece tomar una pausa antes de decir lo siguiente con una gran sonrisa — Abriremos una sucursal en Seúl de nuestra pastelería

Jungkook hizo una expresión de sorpresa para después esbozar una sonrisa, esas palabras de su hyung lo hacían inmensamente feliz. Jin y Mina tenían una pastelería desde hace ya varios años, Jin era el que hacía los pasteles y Mina era la que administraba el lugar, para ellos fue difícil pues tuvieron que sufrir muchos prejuicios de la gente que al ver que quien hacía los pasteles era Jin, pensaron que los pasteles no sabrían tan bien por ser un chico, que la que debería de ser la encargada de hacer los pasteles era Mina por ser la "mujer"

Sin embargo a lo largo del tiempo les fue llendo muy bien, no era para menos, los pasteles que hacía su mejor amigo eran lo mejor del mundo para Jungkook, dudaba que otro pudiera igualar en sabor a los que este hacía. Después de años de esfuerzo, en todo Busan habían más de siete sucursales de pastelería seokjin, pero una sucursal en Seúl significaba un gran paso para el negocio

— Eso es asombroso, chicos. ¿Cómo lo hicieron? — Pregunta Jungkook aún estupefacto

— Unos inversionistas escucharon de la pastelería, al principio lo dudaron pero tan solo probaron mi pastel de triple chocolate, se arrodillaron frente a mi pidiendo abrir una de mis pastelerías en Seúl — Cuenta Jin con toda la emoción del mundo

— No se arrodillaron, solo dijeron que les encantó — Desmentía Mina

— Para mi es lo mismo — Explico Jin — Deberías haberlos visto, cuando llegaron dudaba que esa gente tuviera si quiera gusto por algo con sus caras todas serias. Pero ellos amaron mis pasteles