Mi nombre es Vega Lily Potter soy melliza de Harry Potter y él es mayor que yo por 10 minutos, después de la Segunda Guerra Mágica me sentía vacía y triste, llena de culpa, por lo que decidí mudarme a un pequeño pueblo en el condado de Washington ll...
Desperté molesta, otra vez había tenido la misma pesadilla pero no quise tomarme la poción ya que tenía muy poco tendría que buscar una solución, me levante hice mi rutina de siempre y me vestí me puse una falda ya que hoy no hacía tanto frío como siempre
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Baje y salude a la abuela y a Kreacher, desayune y me fui a la escuela a la hora del almuerzo me senté con Angela
--¿Y dime Vega que tal te está pareciendo Forks?
--Pues es demasiado silencioso, estaba acostumbrada a estar rodeada siempre de ruido, en la Madriguera todo el tiempo había risas y a veces regaños
--¿La Madriguera?- dijo Eric llegando
--Si, así le decimos a la casa de mis mejores amigos, era pequeña pero ahí cabíamos todos, los señores Weasley nos recibían a Harry y a mí cuando eran las vacaciones y no podíamos quedarnos en la escuela, también nos quedábamos antes de irnos en el tren
--¿Y cómo era tu escuela?
--Pues era como un internado
--¿Estudiaste en un internado?- dijo Jessica sorprendida
--Sí, pero era lo mejor, es una muy buena escuela además de que tenía muchos amigos y los terrenos eran muy lindos y grandes, con mis mejores amigos siempre andábamos haciendo bromas a todos, sobre todo a los de Slytherin
--¿Slytherin?- dijo Mike confundido
--Si, en el internado nos dividían por 4 casas, Gryffindor la casa de los valientes y con coraje, Slytherin la de los ambiciosos y astutos, Hufflepuff de los leales y solidarios y Ravenclaw los inteligentes y presumidos, yo era de Gryffindor
--Wow, suena muy interesante- dijo Angela emocionada- cuéntanos más de tu internado
Y así estuvimos todo el almuerzo, todos estaban maravillados con los que les contaba de Hogwarts claro que en ningún momento les dije que era una escuela para magos y brujas, Jessica se mostraba indiferente pero aun así seguía poniendo mucha atención a todo lo que les contaba.
El segundo día no había sido tan malo, con Angela cada vez nos íbamos haciendo más amigas al igual que con Eric, claro que todas las miradas seguían en mí, también se me daba bien fingir que todo estaba bien aunque por dentro tenía muchas ganas de llorar.
Al finalizar las clases me fui a mi casa, salude a la abuela y comí lo que Kreacher me había preparado, Angela me había dicho que había una playa en la reserva así que iría a conocerla, me puse un short y un top
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