"Querido diario:
A pesar de mis intentos, siempre hay alguien o algo que lo impide...
Hoy, un chico de largos cabellos negros interrumpió mis pensamientos. Lo que más raro se me hizo fue el hecho de que el se preocupara por mí, o eso me hizo creer.
Porque seamos sinceros, cualquier persona que me hubiese visto ahí solamente hubiera estado como espectador. Con esa supusta preocupación para quedar bien frente a los demás.
En fin, algún dia llegará el momento en que nada pueda evitarlo y me sienta libre. Hasta entonces, solo me queda esperar..."
Esas eran las palabras que estaban entre las páginas de aquel libro a medio hacer. En el único sitio que Kukiko lograba expresar sus sentimientos. Su pena, dolor y resentimiendo estaban marcados en aquellas hojas blancas. Nadie sabía de la existencia de aquel extraño cuaderno de portada negra llamado "diario" y que en tan solo medio año, logró completar la mitad de las páginas de sus más oscuros pensamientos que pasaban por la cabeza de nuestra protagonista todo el día.
Narra Kukiko:
Tristeza. Eso es lo que sentia cada noche. El único sentimiento que se me pasaba por la cabeza era ese.
Al llegar al armario para buscar la pijama no pude evitar girar mi cabeza hacia esa pared. Aquella que ha sido testigo todos esos días de ese extraño dolor en mi pecho que sufro desde hace años...
Para dejar de pensar en todo eso me puse la pijama y me metí en la cama. Y apenas me acosté caí en los brazos de morfeo.
Narra el narrador:
En otra parte, no muy lejana de aquel edificio, se encontraba el extraño pelinegro pensando. Sus amigos al darse cuenta de aquello no evitaron preguntar. Porque es algo extraño que aquel chico de colmillos no valla a quemar un auto o busque a alguien para partirle la cara por aburrimiento.
-¿Te sucede algo? Has estado extraño en esta reunión- La voz del rubio de media coleta le apartó de sus pensamientos.
-No sucede nada- Habló el de cabello azabache haciendo dudar a aquel grupo.
-¿Estás seguro? No has hablado en todo este rato- Hablo el chico de hermoso cabello morado.
-Agg, ¿sabeis que? Me largaré a mi casa. Ya nos veremos.- Habló enojado ese estraño chico.
Dicho y hecho. El azabache se marchó a su casa no sin antes pegarle a una farola de por ahí.
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Holaa
Siento no haber actualizado. Espero les valla gustando la história. Avisenme si no es así.
Siento si ven alguna falta de ortografia.
Gracias por leer <3.
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Sociedad //Baji Keisuke//
FanfictionElla sabía que no volvería a esos tiempos en los que era todo tan fácil. En donde lo que más te preocupaba era perder tus juguetes. Toda esa historia desapareció. Pero aquella chica no contaba en que la llegada de aquel pelinegro hiciese aparecer d...
