Cap 12

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Ni ella sabía como había acabado entre pandilleros

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Ni ella sabía como había acabado entre pandilleros. Así es, Mikey y Draken decidieron llevarla a la reunión que tenían ese día de la pandilla. Hace unas horas habían dejado a Takemichi y sus problemas del tiempo y ahora estaban en el santuario donde siempre se reúnen.

- Emma! - Gritó Draken y de un momento a otro una chica rubia apareció.

- ¿Si? - Preguntó

- Ella es Kukiko, acompañala hasta que terminemos la reunión.

Cuando la rubia miró a la chica se alegró mucho de poder tener algo de compañía en esos días. Así que sujetó a la chica del brazo y se la llevó. A Mikey le gustaba que su hermana consiguiese socializar un poco.

- Un gusto Kukiko-san, soy Emma, hermana de Mikeyy - Sonrió.

- Encantada...

- ¡Espero seamos buenas amigas! - la chica aún no podía creerlo, ¿de verdad había conseguido tantos amigos?

Después de la reunión Mikey llamó a las chicas. Quería presentar a Kukiko a sus amigos.

-Chicos, ella es mi nueva amiga Kuki-chan - Dijo feliz el más bajo.

-¿Kukiko? - Aquella voz le sonaba. Al darse la vuelta se encontró al pelinegro de colmillos mirándola sorprendido.

-¿Eh? Baji, ¿Conoces a Kukiko? - le preguntó el de trenza.

- La salvé de varias muertes - Se quedó mirando a la peliblanca. Eso hizo sospechar a un rubio que estaba a su lado. Él estaba seguro que su amigo estaba despistado gracias a ella, pero tampoco estaba enfadado con ella, sinó más bien quería conocerla. Lo mismo opinaba otro chico de mechas que había.

- Vaya, ¿siempre estás en riesgo de muerte? - bromeó el de trenza.

- Jejeje... - rió nerviosa.

Tiempo más tarde.

Kukiko y Baji se encontraban caminando hacia su moto, ninguno dijo nada en todo el camino. Hasta que el pelinegro habló.

-Tengo hambre -

-Ah... ¿Y que quieres comer? -pregunto la chica mirándole.

- Me apetece quemar un auto - Eso sorprendió mucho a la chica, ¿Quemar un auto? - Ven, sígueme. -agarró una extraña botella que había en su motocicleta y con la otra mano el brazo de la chica. Empezaron a caminar hasta que llegaron a un lugar un poco apartado. No sé veía que había alguien vigilando ni por las calles.

- Ponte la capucha. - le dijo el más alto. Habían pocos coches con una buena distancia. La chica le obedeció y vio como él también se colocó la peluca. De repente sintió algo en su mano, el chico le pasó un mechero ¿De verdad iban a quemar un auto? - Bien, yo rociaré el auto con la gasolina y tú le prendes fuego, ¿de acuerdo? - dijo con una sonrisa.

La chica asintió, no sabía porqué pero quería hacerlo. Ella sola no se atrevería, pero al ver que él le acompañaba aceptó. ¿Porque lo hizo? Pues ni ella sabía.
Vió como el chico rociaba el coche con aquel líquido y hizo un pequeña camino alejado. Si alguien les viera no les reconocerían. A la chica le sonaba el coche, pero no sabía de qué.

- Bien Kukiko, a la de tres enciendes la gasolina y corremos, ¿Vale? - Sonrió.

- De acuerdo -ella también sonrió bastante. Y por segunda vez está semana, la chica se puso muy feliz. De un momento a otro, echó el mechero y los dos se fueron corriendo mientras reían. Cuando se escondieron se echaron a reír a carcajadas. Aún sin quitarse la capucha.

Pero algo hizo que le chica se detuviera.

Sus padres y otros dos adultos estaban mirando el incendio. ¿Cómo no lo pensó antes? Aquel auto era de una pareja de compañeros de sus padres.
Ella se alegró mucho más y continuó riendo. Aquella pareja la odiaba, en verdad se odiaban mutuamente. Los padres de la chica se giraron y la vieron. El pelinegro, al darse cuenta, sujetó el brazo de la chica y se fué corriendo.

En la actualidad.

Narra Kukiko:

Mis padres van a matarme. ¿Porque debían estar ellos justamente en ese momento?
Voy a empezar a despedirme, del colegio, del dinero, de mis amigos. Solo tendré que trabajar y trabajar. ¿Quien me mandó a quemar el auto de los compañeros de trabajo de los padres?
En fin, no me arrepiento, al fin y al cabo me lo he pasado bien.

Narra el narrador:

Cuando la chica abrió la puerta. Se encontró a sus padres en la mesa enfadados. Cuando la vieron, su cara se calmó.

- Ya has vuelto, ¿Cómo te fue? - le preguntó su padre. Kukiko le mintió a sus padres diciéndoles que iba a ir a la casa de alguna amiga a estudiar.

- B-bien - ¿No le iban a regañar?

-suspira- Ten cuidado cariño, están quemando autos en las calles. Vete a tu habitación. - le dijo la madre. ¿No sospechaban?
Luego cayó en cuenta de que en ese momento llevaba la capucha.

Eso le alivió y le hizo caso a sus padres. Es cierto de qué no se llevaba tan mal con sus padres, pero el simple echo de que la obligaran a trabajar en la empresa le enfadaba.

Al llegar a su habitación, agarró su diario y volvió a escribir como cada noche.

AAAHHH LO SIENTOOOOAyer me sentí muy mal y no pude publicar, lo siento muchooo <3

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AAAHHH LO SIENTOOOO
Ayer me sentí muy mal y no pude publicar, lo siento muchooo <3

Pero espero les haya gustado. Comenten alguna cosita si es así <3

Gracias por leer!

Sociedad //Baji Keisuke//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora