02
Su respuesta me había puesto nervioso, o asustado, todo esto me estaba abrumando. No solo por el hecho de que íbamos caminando en tierras tan sucias, ya no era humilde como lo pensaba; los acontecimientos que desde niño me habían contado pasaron a ser un simple gesto de confusión.
— ¿Me puedes explicar qué demonios dijiste? Madre.
— No. Solo por si llegara a pasar, estaré vigilándote, incluso si duermes, estaré ahí. —replicaba su madre—. Espero no sea cierto lo que tus abuelos me dijeron, no quiero que provoquen preocupaciones innecesarias.
Jungkook había escuchado rumores sobre ciertas desapariciones, nunca les tomó importancia porque eran eso, solo rumores, cuando escuchó a la vecina, el lugar donde señaló antes de retirarse, había sido uno de tantos lugares donde pasaron. Cerca de la iglesia, a tres calles se encontraba el río que él quería averiguar porque estaba en boca de todos.
— Jeon —dijo ella, por fin—, ¿eres tonto?
—No, mamá —replicó Jungkook, intranquilo. No tenía la menor idea de lo que originaba todo eso. No recordaba haber visto tan preocupada a su madre.
— No —repitió ella sacando suspiros tan pesados—, no creo que lo seas.
Guardó un extenso silencio por un momento, sin mirar hacía sus lados, solo miró al frente, pensativa. El hijo se preguntó, por un momento, si se había olvidado que él. Podía valerse por si solo— tiene sólo diecisiete años— pero en ponerse en el lugar de su madre, en pensar que su madre cuidó a un niño como él a tan temprana edad, le había pesado la conciencia, entendía su sobreprotección. La admiraba por sus marcas.
Ella trabajaba veinte horas semanales en una fábrica de textiles en Busan. Después de la jornada laboral, cuando llegaba con los pies hinchados y con la garganta seca por falta de agua, solía toser tanto que a Jeon le asustaba. En aquellas tardes, sacaba su botella de alcohol mientras se sentaban juntos en la mesa para conversar en la espantosa vida que llevaba ella y maldecía a lo alto lo mucho que esperaba su muerte.
Cuando entraba al baño podía ver dentro de la tasa pequeños mocos de sangre, otras tantas sobre el piso, la pequeña toalla dónde se limpiaban las manos estaba adornada de diminutos puntos rosas, pero sabía la razón.
Trataba de decirse que era una tontería preocuparse por los delirios de su madre, pero no dejaba de hacerlo. Y no, tampoco se preocupaba sólo por el mismo, sino también por los dos, papá, mamá. Su madre es dura e insistía en salirse con la suya en casi todo, pero era buena.
La amaba mucho.— Escuchaste sobre esos asesinatos —dijo al fin, mirándolo. El solo asintió.
— Al principio la gente creía que eran suicidios. Tal vez no lo sean, tal vez por acá cerca esté un psicópata investigando quién eres. ¿Lo entiendes?
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La Zona Muerta.
Mystery / ThrillerLas cosas para Jungkook eran normales hasta que recibió la noticia de que su padre había muerto, no se había acordado del pueblo, ni de sus hermanastros, Kim Taehyung y Park Jimin, provenientes de otras madres divorciadas de el mismo hombre. Pero l...