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Los recuerdos no dejaban de recorrer su mente y las lágrimas inconscientes se deslizaban sin parar por sus mejillas, las botellas de alcohol llenaban el suelo de la habitación y el olor a cigarro inundaría las fosas nasales de cualquiera que pudiera llegar a entrar a aquel lugar. El de cabellera menta se encontraba recostado en aquel colchón con sábanas desarregladas, inundado en sus pensamientos sin poder salir de ellos, no hasta que logró escuchar que la puerta era casi derrumbada por los golpes que le daban a esta. Con pesadez se levantó, encontrándose con un pelinegro al que segundos después logró diferenciar, el cual no dejaba de reclamarle su mal estado, diciendo que debía salir de ahí. Ignoró todas aquellas palabras y se dio la vuelta al sentir una punzada en su cabeza, esquivó las botellas regadas en el suelo y caminó a la ventana, recostando sus manos en el borde al sentir un leve mareo.

Joder Yoongi, ¿acaso me estás prestando el mínimo de atención? Se escuchó aquello salir de la boca de Jungkook, el cual ya comenzaba a preocuparse por su mejor amigo, quien simplemente asintió mientras volvía a la cama.

– ¿Cómo está Jimin? Fue lo único que llegó a pronunciar el de cabellos color menta, mostrando preocupación en su rostro, pues el mencionado se encontraba internado desde hace ya un mes desde el accidente ocurrido.

Todo había sucedido en una noche que parecía tranquila, Yoongi iba al volante y claramente Jimin de copiloto, este último no despegaba la vista de su celular y Yoongi ya se encontraba irritado debido a esto, pues el camino por el que iban tenían pequeños detalles que el mayor de ambos había preparado, pues iban hacia una pequeña cabaña debido a su cuarto aniversario. En una de esas, el pelimenta arrancó el celular de las manos adversas, por pura diversión y para que dejara de usar este, aprovechando de observar con quien hablaba su novio, cambiando su semblante a uno serio al ver aquel nombre que tanto detestaba, Jimin enojado y nervioso ante aquella acción, se tiró encima de su mayor, olvidando que este estaba al volante, Yoongi trató de mantener su postura al manejar mientras le reclamaba al menor el porqué hablaba con aquel chico sabiendo los mal entendidos del pasado. El de cabellos naranjas lo único que hizo fue forcejear con el adverso para quitarle aquel aparato y poderle dar una explicación, la cual nunca pudo dar, pues ante el forcejeo, el mayor de ambos perdió el control del volante, chocando con un árbol que se encontraba a un lado de la carretera. Las bolsas de aire se activaron enseguida, pudiendo dejar consiente solamente a Yoongi, pues, su novio al estar en una mala posición, obtuvo golpes graves en su cabeza. La ambulancia llegó al cabo de una hora debido a la lejanía del lugar, por suerte gracias a los conocimientos médicos del pelimenta, Jimin se encontraba aún con sus signos vitales. Al cabo de tres días, Jimin no despertaba, luego de una semana, el médico avisó que si no despertaba pronto, lo más probable es que despertara al cabo de meses y sin memoria alguna, o que no despertaría nunca, quedando en un coma eterno. Ante aquello, Yoongi lo único que hizo fue sumergirse en alcohol, volviendo su adicción al cigarro, dejando de comer como era debido y simplemente culpándose por lo sucedido.

Despertó esta mañana. – Pronunció el menor de los dos y Yoongi sentía que el corazón se le salía de lo rápido que había comenzado a latir al escuchar aquellas palabras.

¡¿Qué?! Jeon, no estoy de humor para tus bromas.

Hablo en serio, imbécil, sabes que jamás jugaría con algo como eso. – Min sin querer escuchar algo más, quiso salir corriendo del lugar, pero fue detenido por Jungkook, quien le indicó que aunque sea se diera una ducha, ya que el olor a alcohol era insoportable. El pelimenta hizo caso y se dió una rápida ducha, poniéndose después lo primero que encontró en su armario. Por otro lado, su amigo se encargaba de limpiar un poco el lugar, recogiendo los cigarrillos terminados y las botellas vacías del suelo, pues no soportaba más aquel desorden. Al cabo de unos minutos, ya Yoongi tiraba a Jeon del brazo hacia fuera de aquella habitación estudiantil. Subieron al auto del menor de ambos, y se encaminaron al hospital en donde se encontraba aún Jimin. Al llegar al sitio de destino, el de tez pálida bajó con gran rapidez, corriendo después hacia la habitación que apenas había visitado un par de veces, pues odiaba observar a su amor de aquella manera por su propia culpa. Al abrir la puerta, pudo observar como en aquel momento su suegra conversaba con un despierto y risueño Jimin, la señora salió de la habitación, no sin antes saludar, y Yoongi lo primero que hizo fue tirarse sobre el de cabellera naranja, envolviendo a este entre sus brazos. En los ojos de ambos no tardaron en brotar las lágrimas, los "te extrañé" y los "lo siento" no paraban de ser pronunciados por los labios de Yoongi y las manos de Jimin se aferraban cada vez más a la camisa de su novio. Ambos se miraron por unos momentos, ya sin decir nada, pues sus ojos y sus sonrisas decían más de millones de palabras en un lenguaje que solo ellos lograban entender, y, al cabo de unos segundos, sus labios ya se encontraban unidos en un suave beso, lleno de amor y de miles de sentimientos inexplicables según aquel par. El doctor interrumpió aquel momento, indicando que el paciente aún estaría bajo observación por un par de días, y que si todo continuaba perfecto, saldría de alta en menos de una semana.

Yoongi, luego de aquello, prometió no salir de aquella habitación, dando excepción por si debía buscar algo de comer o alguna otra urgencia, pues Jungkook se ofreció a traerle un cambio de ropa casi todos los días. Jimin estuvo solamente cinco días en observación, cinco días los cuales pasaron de manera rápida, pues, la compañía de su novio era lo que más importaba, el pelimenta se quedaba incluso para dormir, comían juntos, se divertían con uno que otro juego de mesa o Yoongi le leía algún libro, o le dedicaba uno que otro poema improvisado con cualquier cosa que veía en la habitación del hospital, haciéndolos reír a ambos.

El día que Jimin salió de alta, la pareja fue a cenar, pues salieron tarde del hospital debido a que tenían que hacer un pequeño trámite. Fueron a la pizzería favorita de ambos y se sentían como si fueran sus primeros días de enamorados. Al terminar de comer, se dirigieron al departamento del menor, al cual entraron casi a tientas, pues al estar ocupados besándose como si fuera el fin del mundo y sin encontrar el interruptor para prender la luz del salón, no veían que estaba por el camino. Tras tropezones y risas, lograron llegar a la habitación, en donde ambas anatomías se volvieron una sola, y a su vez, sus almas juraron amarse por siempre. Y así, la noche transcurrió en amor, risas y sexo, esto último, siendo para ellos "hacer el amor". Ambos se fueron quedando dormidos, escuchando sus propias respiraciones y balbuceando lo mucho que se amaban luego de volverse uno.

Te amo. Pronunció Jimin en voz baja, pero aún siendo audible para su mayor.

Te amo mucho más. Balbuceó Yoongi, y segundos después se quedó dormido, aferrado al cuerpo adverso... 

goodbye, my love. ㅡ yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora