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"No puedo vivir, si vivir significa vivir sin ti."


Yoongi despertó observando el color blanco del techo, y por sus fosas nasales entró aquel olor a hospital que tanto detestaba, se sentó de golpe en la cama al no saber porque se encontraba ahí, queriéndose levantar de inmediato pero siendo retenido por los brazos de alguien al que no pudo reconocer al instante, notando luego que era Jungkook. Miró desconcertado a su amigo y luego observó el lugar detenidamente, buscando recordar que había pasado.

¿Qué carajos hago aquí si anoche estaba tranquilamente descansando con Jimin? Al ser aquel nombre pronunciado, Jungkook abrió los ojos como platos y comenzó a toser, suspirando después, se sentó al lado del pelimenta, peinó sus cabellos y le sonrió de manera triste, buscando como decirle a su mejor amigo todo lo sucedido.

Yoongi, necesito que me escuches, por favor. ¿Cómo mierda digo esto? Mira, anoche no pudiste estar con Jimin, pues desde hace dos semanas estás en este hospital, entraste en coma etílico, ¿por qué tuviste que tomar tanto? Y Jimin... Él, falleció hace aproximadamente una semana, seguía en coma y el doctor no dio esperanzas de que despertara algún día, así que tuvieron que... ¿Yoongi? – El nombrado se encontraba mirando el suelo, sentía que su corazón se había detenido y el aire le faltaba, sus oídos comenzaron a zumbar, y en su cabeza solo se repetía "Jimin falleció" a manera de eco, intentaba creerlo, pero su corazón no podía. En su pecho se sintió una gran presión y por sus mejillas rodaron lágrimas de dolor. Jimin se había muerto y había llevado gran parte de su corazón a su tumba, aquella que ni siquiera pudo ver al ser enterrada, ni siquiera pudo despedir a su amor, y eso le hacía sentir la peor persona del mundo, el cual se había derrumbado en mil pedazos junto con el resto de su corazón.

Pidió estar solo, casi a gritos, pues Jungkook se oponía, pero al final accedió, pues era necesario. Tiró el florero de la mesa de noche al suelo y llenó de golpes la pared, de la cual después recostó la espalda hasta caer sentado al suelo, sus manos, rotas y con un poco de sangre, cubrieron su rostro, el cual se encontraba lleno de lágrimas. Su cuerpo se encontraba débil y a gritos pedía el calor de quien tanto amaba, calor que nunca más recibiría. Miró sus manos, en una de ellas, un anillo con las iniciales de él y Jimin, regalo de este en su primer aniversario. Su pecho volvió a oprimirse para soltar luego un sollozo, se odiaba en aquellos momentos, odiaba al mundo, incluso al propio Jimin, quién lo había dejado solo, odiaba el día en el que se le ocurrió ir a aquella cabaña, odiaba seguir vivo en lugar de su menor, odiaba absolutamente todo. Una mano se poso en su hombro, su rostro se volteó, era Jungkook vestido extrañamente de enfermero junto con una sonrisa cómplice en su rostro. El pelinegro logró sacarlo del hospital con ayuda de su novio Taehyung, quién trabajaba en el lugar. Yoongi simplemente se dejó llevar y de un momento a otro se encontraba frente a la puerta del cementerio. Avanzaron hasta encontrar la tumba de Park, se colocaron frente a esta y Jungkook junto con Taehyung se alejaron un poco para dar privacidad. El sol se encontraba ocultándose y en el rostro del pelimenta se mostró una sonrisa sarcástica mientras se inclinaba a colocar encima de la lápida una rosa que había arrancado de por ahí. Se sentó luego en el suelo y buscó calmarse, pero inmediatamente por sus ojos rodaban lágrimas y de su pecho se escapaban sollozos.

Nunca te di flores porque me parecía cliché, mírame ahora, siempre logras que haga cosas que odio. – Comentó mirando a la nada, mientras soltaba una baja risa. – Amabas los atardeceres, ¿dónde estás ahora para que lo veamos juntos? Ingrato, no quisiste que me despidiera de ti, tan en cuenta tenías que odiaba las despedidas que ni pude despedirme en tu muerte, ni un beso pude dejar en tus labios. Te odio, odio que nuestro último recuerdo sea una pelea, odio que estés ahí abajo, enterrado y sin vida. Pero te amo, y me suena hipócrita decirlo, porque siento que yo mismo te di la muerte. Nos veremos en nuestra próxima vida, eso sin duda. Adiós, mi amor. – Habló claramente entre lágrimas, a alguien que ni sabía si podía escucharle o no, sus manos se apoyaron en el suelo, buscando levantarse, y de inmediato su amigo corrió a ayudarle, miró la tumba una última vez y se dio la vuelta para irse. Se sentía cansado, y pidió a ruegos que lo llevaran a su habitación de estudio, Jungkook sin tener otra opción, lo llevó al lugar pedido y lo dejó ahí, no sin antes haberle comprado un poco de comida hecha, se disculpó por no quedarse debido a sus estudios y Yoongi le perdonó, se encerró en el lugar y se tiró a la cama, buscó en la mesa de noche su cajetilla de cigarrillos y colocó uno en sus labios luego de prenderlo, exhaló y dejó salir luego el humo, miró el techo y soltó una risa, recordando a su vez todos los momentos que estuvo de aquella manera con su novio, siendo suplantado el cigarro por algún dulce o por los besos ajenos.

Se levantó de dónde estaba y guardó un par de cigarrillos en sus bolsillos, entre sus manos tomó una botella de la primera bebida alcoholizada que encontró y salió del lugar, caminó hacia el ascensor y al subir marcó el último piso, la azotea. Al llegar agradeció que estuviera solo el lugar, caminó al borde, en el cual se recostó, suspiró observando la gran ciudad y destapó la botella que tenía en sus manos, bebió un gran trago y carraspeó después. Sacó de su bolsillo un cigarro y lo encendió, lo observó un largo rato y recordó cuando Jimin le prohibió fumar, diciéndose luego a él mismo "a Jimin no le gustaría verte así". Pero Jimin ni siquiera podía verlo ya. Apagó el cigarrillo, presionándolo contra la pared. Cogió luego su celular y le marcó a Jungkook, al contestar este con un "¿Pasó algo?" Yoongi se quedó en silencio un gran rato, para después hablar.

Kook, cuídate mucho, ¿sí? Hey, gracias por ser un gran amigo. Debo admitirlo, eres lo máximo. Se feliz, y que no te afecte ninguna estupidez mía, por favor. Despídete de los demás por mí, porque yo no soy tan valiente para hacerlo, y estudia por mí para el próximo exámen. Adiós, querido amigo. – Aquello lo pronunciaba arrastrando las palabras, mientras sus pies se acomodaban en aquel borde, había sido difícil subir ahí estando aún en llamada y más bajo efectos del alcohol. Jeon, pedía a gritos a través de la línea que no hiciera nada, Yoongi podía escuchar como Taehyung, preocupado, preguntaba que pasaba, pidió ser puesto en el altavoz y le pidió a Kim que cuidara mucho de su pequeño, o si no le jalaría las patas en las noches. Ahora, la pareja pedía, uno más calmado que el otro, que se quedara quieto, que estaban en camino, que por el amor de Dios, no cometiera alguna locura. Taehyung ya le avisaba a la policía y se escuchaba que ambos ya iban en el auto. Min pronunció un "lo siento" y cortó la llamada. Recibió unas más, pero las ignoró, miró diez pisos abajo y estiró uno de sus pies, dio un último adiós a la ciudad, al viento, a la gran luna, a la calle vacía a sus pies, al cielo que comenzaba a oscurecer, a las lágrimas que caían por sus mejillas, a su vida, y, al escuchar las sirenas de la policía a unas cuantas calles, dando un paso al vacío, cayó, siendo sus últimas palabras "sí, definitivamente te buscaré con locura en mi próxima vida" mientras sus ojos se cerraban antes de su cuerpo impactar contra el suelo.

Pequeñas gotas de lluvia comenzaron a caer del cielo, la luna ya se había escondido entre las nubes, como si estas fueran cortinas, pero cortinas llenas de agua, las cuales goteaban, como llorando por aquel suceso. Jungkook y Taehyung llegaban al lugar...

– Fin. 




algún día haré alguna segunda parte en donde se encuentren en sus próximas vidas.

pido perdón por no hacer una portada, pero es que la inspiración no me llega.

¿hago otra parte desde el punto de vista de jungkook y taehyung? 

goodbye, my love. ㅡ yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora