The Stripper [Traducción] [Suayeon]

Capítulo 32.- "Torbellino de sentimientos"

POV Lee Siyeon

Bora clavó sus uñas en mi espalda mientras mordía uno de mis hombros, dejando salir un gemido que me volvió loca. La mujer movía sus caderas rápidamente sobre el escritorio mientras yo la penetraba con dos dedos. Ella era magnífica, estaba completamente desnuda y sudada. Su cabello estaba alborotado, dejando en claro lo que estábamos haciendo encima del escritorio. Su piel brillaba gracias a las gotas de sudor. De su boca ligeramente abierta salían palabras sucias a cada instante, incrementando mi excitación. Dios esta mujer es enloquecedora.

-"Dios, Bora. ¡Amo cuando gimes como una pequeña perra en celo! ¡Me excita demasiado!".- Le dije en un gruñido a la mujer que gemía tan excitante debajo mí.

Sí, el sexo con SuA/Bora todavía no había acabado. Digamos que en ese momento dejamos salir nuestro enojo con placer. Me incliné para tomar con mi boca uno de sus pechos, deslizando lentamente mi lengua sobre su rosada y deliciosa aureola, lo cual hizo que la mujer soltara un gemido, impulsándome a continuar. Succioné su pezón el cual ya estaba sensible.

-"¿Quieres matarme?".- Ella preguntó agonizante.

Sonreí perversamente, pensando que la única manera en la que podría matarla sería con placer. Ella gimió, su boca permanecía ligeramente abierta sin poder contener los gemidos. Sentí su interior apretar mis dedos, la sensación era increíble. Empujé mis dedos dentro de ella rápidamente como si me rogara con sus gemidos mientras yo succionaba su pezón con hambre. Bora movía sus caderas involuntariamente contra mis dedos, su cuerpo era comandado por el placer que yo le estaba dando. Continúe con esos intensos movimientos hasta que sentí que la mujer se corrió para mí.

Su pecho se movía rápidamente en una respiración agitada. Literalmente quedamos exhaustas, ni siquiera recordaba cuando fue la última vez que tuve un maratón de orgasmos consecutivos. Dejé mi cuerpo colapsar sobre el de ella lentamente, me sentía débil.

-"No... no puedo más..".- Susurró ella cansada, causando una ligera risa en mí.

-"¿Tuviste suficiente?"

-"Demasiado, creo que no podré caminar mañana".

Estaba con mi cabeza sobre su pecho, escuchando su acelerado ritmo cardiaco. Estábamos acostadas en mi enorme escritorio completamente desnudas. Por suerte a esta hora los empleados ya estaban en sus casas, y ruego por que nadie haya escuchado lo que sucedió aquí, (lo que sería poco probable) porque nuestra discusión fue seguida por gemidos y nalgadas que fueron muy escandalosas. Cerré mis ojos sintiendo la pequeña mano de Bora pasando por mi cabello con delicadeza. Nuestras respiraciones gradualmente se fueron calmando hasta dejar solamente el sonido de la tormenta. Abrí mis ojos observando nuestras prendas tiradas en el piso recordando el momento exacto en el cual fueron lanzadas. Dios.

-"¡Enloquecí!".- Dije mientras me levantaba de Bora, la cual me miraba confundida.

-"¿Qué pasó?"

Sus ojos reflejaban que no me entendía.

-"¿A qué te refieres con "qué pasó"? ¡No debí haber hecho esto!".- Exclamé recogiendo mi ropa del piso.- "¡Es tú culpa!"

-"¿Mi culpa?"

Estaba recogiendo mi ropa que estaba esparcida en el piso de la oficina, tan rápido como para no arrepentirme.

-"Sí. ¿Qué me has hecho? ¿Me embrujaste?"

Bora río mientras lentamente bajaba del escritorio.

-"¿De qué te ríes?".- Pregunté enojada, volteando hacia ella.

Nunca me cansaría de ver el hermoso cuerpo de Kim Bora. Sus tonificadas piernas, acompañadas por su hermoso trasero. Su suave piel y pechos que poseían marcas moradas debido a los chupetones y mordidas que les hice. Bora sonrío cuando notó como la estaba admirando.