INDELEBLE [TaoHun / SeTao] EXO

Stares

ZiTao siente como si una ráfaga de viento se hubiera colado bajo su abrigo, su chaqueta de cuero y sus dos camisetas. Tiembla un poco mientras se aferra al agarre en el brazo de Joonmyeon, quien le sonríe poniendo una de sus cálidas manos sobre las suyas, más frías.

Se siente a gusto, ha comido todo lo que cupo en su estómago y bebido el poco alcohol que Joonmyeon le permitió, aun así está satisfecho, no solo por la comida sino también por la compañía y los cuidados del mayor. No le importaban las críticas o malas miradas de sus compañeros de trabajo por el trato amable que tenía su jefe con él, casi como si fuera un hermano menor. Joonmyeon siempre había tratado ser una persona ejemplar, que cuidara a los demás, puede que se estuviera excediendo con lo mucho que cuidaba a ZiTao, pero es que el chico le había parecido tan necesitado de alguien que lo ayudara y estuviera apoyándolo que no pudo hacer otra cosa más que acogerlo como a un pequeño hermano.

ZiTao no solo era nuevo en su empresa de publicidad, sino que además era extranjero, y a veces su forma de actuar y de expresarse -tan sinceramente- le había costado varias enemistades. Joonmyeon no quería que hubiera ningún problema entre los empleados de su, hasta el momento, pequeña empresa, que logró sacar adelante por sí mismo -con un poco de la ayuda financiera de sus padres, a pesar de que estos quisieran que fuera el sucesor de la empresa familiar- así que siempre ayudaba a que los problemas se solucionaran.

Luego de un tiempo ZiTao comenzó a acudir más a él, a tratarlo como a un amigo, se llevaba mejor con su jefe que con sus compañeros, y a Joonmyeon no le molestaba para nada, el menor siempre era muy cariñoso y entretenido, le agradaba y le daba mucha seguridad la forma honesta en la que ZiTao se proyectaba a sí mismo y Joonmyeon sentía que podía confiar en él, ya que a pesar de ser menor ZiTao siempre lo escuchaba y lo apoyaba, también intentaba devolverle un poco de su ayuda con todo lo que pudiera, así que se convirtió en el trabajador y el amigo más confiable, al que quería cuidar y al que llevaba de vez en cuando a comer o alguna que otra actividad con otros de sus amigos fuera de la empresa. Incluso llevaba a ZiTao a algunas reuniones aburridas para que el menor lo entretuviera. ZiTao por supuesto, estaba feliz de tener a una persona a su lado en un país extraño y muy diferente al suyo, que de alguna forma no se sentía tan diferente cuando estaba con Joonmyeon. Por todo eso estaba definitivamente agradecido.

Sin embargo, en este momento la gratitud que siente hacia Joonmyeon le está jugando una mala pasada. Solo quiere ir a su casa a descansar, pero Joonmyeon está empecinado en entrar a una tienda de manga que vio a unas calles antes del estacionamiento del restaurante del que acaban de salir, ZiTao no tiene ningún deseo de entrar allí, sabe que el mayor pasará mucho tiempo curioseando y comprando lo que le llame la atención y él tendrá que esperar por horas en un rincón, viéndolo saltando de un estante al otro.

La primera y única vez que acompañó a Joonmyeon a una de esas tiendas había pensado que era adorable como le brillaban los ojos al observar lo que parecían libros ilustrados, pero luego de dos horas de agobiante espera, ya no le parecía para nada adorable, quería salir de allí y el mayor se rehusó a hacerlo por al menos una hora y media más.

Así que ahora no está dispuesto a repetir la experiencia, pero Joonmyeon lo mira con un puchero intentando convencerlo y aunque se ve tierno, es embarazoso, la gente lo mira con extrañeza y ZiTao empieza a avergonzarse, así que simplemente accede, pensando en todas las veces en las que su hyung lo había acompañado a hacer compras o a desestresarse en los karaokes, y todas las veces que se quedaba hasta el final, a pesar de estar cansado.

Suspira derrotado y resignado antes de entrar a la tienda, que es mucho más grande de lo que uno podría imaginar desde afuera. Joonmyeon está delante de él saludando a los empleados, notificando que va a revisar los estantes y a elegir algo que le guste para comprar, antes de que alguno se ofrezca a mostrarle opciones.