Cap.08 (3/3)

1K 70 175
                                    

Los soldados se inclinaron ante la llegada de la carroza real del imperio lunar de donde bajaron aquellas tres personas en representación de su imperio, el asesino de ojos oscuros, el monocromático albino y aquella chica demonial, diosa del caos que aunque salió del castillo en su forma de diosa bajo del carruaje con una apariencia mas humana, ya no flotaba, sus ojos eran rojo carmesí y su demoniaca sonrisa se cambio a una mueca seria

—esto es el infierno –digo la niña del caos de ojos carmesí

—acabemos de una vez esto –digo el monocromático pasando hacia delante

—muy...brillante –digo el asesino tratando de taparse los ojos por el resplandor de la entrada del castillo

—asco, mejor busquémoste a el hombre que puedas coger –agarra al asesino y lo jala hacia adentro siguiendo al monocromático

—por favor mátenme –digo en un tono bajo dejándose arrastrar por la diosa

Los tres fueron guiados por un sirviente de apariencia anciana hacia el salón principal donde pudieron observar las grandes, lujosas y maravillosas decoraciones matrimoniales que decoraban completamente el lugar de un blanco puro, cada uno de los lunáticos reacciono a su manera, uno con incomodidad, otro con desinterés y repulsión, los tres podían notar la felicidad de los sirvientes y mucamas que daban los últimos detalles al lugar era muy obvio que habían esperado este día por mucho tiempo, y quien no?, los sirvientes suelen ser los mas felices al momento que sus amos se casan, digo, varios de estos vieron crecer a sus señores dentro de esos muros, pero no nos desviemos; los jóvenes se quedaron un poco embobados con todo pero en eso notaron que el sirviente los llamo para que lo siguieran a la sala de conferencias donde su rey los esperaba, al entran se encontraron al rey de ese lugar, Sugar, que los esperaba ansioso, los jóvenes solo tomaron asiento y dejaron que esto empezara de una vez

—buenos días su alteza, Sugar, tenga en cuenta nuestras mas cordiales felicidades –digo el monocromático– discúlpenos, pero nuestro emperador no pudo hacer acto de presencia

—descuide, ya estoy informado de la situación, aun así, agradezco su presencia –digo el rey sentado en frente de ellos

—nuestro señor le mando unos regalos –digo el asesino de ojos oscurosespero que sean de su agrado

—gracias, yo espero que ustedes disfruten de su estadía en mi reino, Frederick los llevara a conocer sus habitaciones luego les mandaremos sus cosas

—muchas gracias –dijeron los dos chicos

—señorita Melón!, no puede entrar –digo una voz fuera de la habitacion escuchándose como se forzaba la puerta

—solo quiero ver a mi prometido un rato –la puerta es otra vez forzada y detenida

—lo siento señorita pero su alteza esta e- –se escucha varios golpes mas antes de que las puertas se abrieran dejando ver a aquella mujer y viéndose a ese pobre sirviente y joven sirviente que sufrió las consecuencias de impedirle algo a la señora de la casa

—Melón, querida, que ocurrió? –pregunto el rey acercándose a su pareja y tomándolo de las manos

—solo quería ver a su alteza una vez mas, dentro de una hora iré a la mansión y no lo podre verle hasta la boda –acariciando sus manos y eso es mucho tiempo para mi

⚜Secretos Imperiales⚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora