Regalito para una amiga, para un solecito que amo con todo mi ser, que siempre me apoya y llena de cariño. Espero te guste y supere tus expectativas :3 Feliz cumpleaños, brujita <3 <3 spideysleepy
---
La existencia es abundante y diversa, el instrumento de la realidad se compone por muchísimas cuerdas, millones, infinitas cuerdas que se unen creando la armoniosa melodía del cosmos. Cada cuerda tiene su propia historia y contenido, su propio sonido, tamaño y color. Vibra de una forma específica y su tonalidad es única. En el instrumento de la realidad, cada mundo es una cuerda, cada historia es un mundo, cada cuerda es un ser, un instante, un sistema. En la melodía constante de la vida, las cuerdas vibran combinadas, se conectan, se acompañan, forman acordes o hasta se quedan en silencio. A veces desafinan, a veces chocan, a veces aturden. Las cuerdas pueden encontrarse entre ellas por muchos motivos diversos, pero la principal razón por la que suelen vibrar juntas es... por las voluntades.
La voluntad de entretenerse, de amar, de distraerse, de crear, de aprender, de... sobrevivir. Las voluntades de las cuerdas llevan al instrumento de la realidad a tocarlas, a realizar melodías, a expresar vida, existencia. Todos los mundos se conectan y, ahora, mientras tú lees esto, esa cuerda que eres, vibra conmigo, en esta pequeña historia, sonamos juntos, creando una melodía especial, un sonido único, que quedará grabado en la existencia misma. Cuando dos cuerdas vibran, se crean encuentros íntimos, mágicos, hasta imposibles, cuando dos mundos separados se juntan, lo que parecía fantasía se vuelve realidad.
---
Rengoku lo sabía, podía sentirlo, no había forma de detenerlo. En ese momento, por mucho que él quisiera sobrevivir, por mucho que todo su ser deseara detener lo inevitable, la muerte ya lo estaba llamando. Esa sensación extraña del alma despegándose de su cuerpo, de saber que en cualquier momento dejaría de respirar y su ser ya no existiría más en ese mundo que lo había acogido por tantos años. Ya había dicho sus últimas palabras, ya había dejado todo en manos de los novatos, de la siguiente generación, ya había protegido a esos niños hasta el final. Había cumplido su promesa. Lo había dado todo, incluso más de lo que se hubiera imaginado. Estaba convencido de sus acciones, seguro de que había hecho lo correcto, no tenía arrepentimientos, no tenía... nada inconcluso... no tenía... No tenía ganas de morir. ¿Por qué tenía que morirse? ¿Por qué? ¡Aún... aún quedaban cosas por hacer, realmente... realmente tenía mucho más para ofrecer a ese glorioso mundo! ¡Aún tenía muchas ganas de proteger a más personas!
Al final, aunque siempre se había jactado de que la muerte no debía ser motivo de tristeza, incluso estando feliz de morir luchando, protegiendo a sus valientes aprendices, aun así quería sobrevivir, quería seguir viviendo. No era que le tuviera miedo a la muerte, no era que se sintiera débil por haber sido "derrotado", no podía sentirse perdedor después de las palabras de aquél niño. Lo que le pasaba era que... su voluntad de sobrevivir, su voluntad de fuego, se negaba a apagarse. "Por favor... quiero seguir disfrutando del aire en mis pulmones, de la ternura de las personas, de la posibilidad de superarme a mí mismo, quiero seguir existiendo, quiero... sobrevivir", pensó, mientras sentía un escalofrío recorrer todo su ser, sabiendo que su alma se estaba escapando completamente, que su cuerpo no pasaría a ser nada más que un simple cascarón vacío y el fuego en su interior se apagaría hasta dejar una consciencia dormida, muerta. Pero su voluntad de sobrevivir, seguía intacta y flameante, fuerte, decidida.
Su cuerda vibró, su cuerda vibró tanto que se conectó a otra y, juntas, tocaron la melodía de la vida.
Cuando supo que estaba muerto y estuvo a punto de resignarse, sintió que alguien le acariciaba la cabeza, era una mano que se sentía grande y pesada. No podía abrir los ojos, se sentía débil. Podía sentir que estaba sobre una superficie que parecía de metal, dura y algo fría. Estaba... ¿Desnudo? No, algo se sentía raro... De repente percibió que lo levantaban y lo apretujaban contra lo que parecía ser el pecho de alguien, lo acunaron. Pero eso no tenía sentido... al menos que se tratara de alguien gigante... ¿Un titán? No, más bien, él era el que estaba pequeño. Sí, su cuerpito era pequeñito, no había dudas y... comenzó a intentar sentir su físico, para comprender que... ¡¿Tenía una cola?! Sí, definitivamente y... cuatro... patas. Sí, no tenía dedos. ¡NO TENÍA DEDOS! Era... ¿Un animal? Quiso hablar, pero en cambio solo se escuchó un quejido parecido a un ladrido... ¿Era un perro? Todavía se sentía un poco debilitado, pudo moverse un poquito, la persona que lo sostenía lo apretó con mayor firmeza y le susurró: "Tranquilo, corazón, pronto podrás venir conmigo a casa, ¿si? Pórtate bien."
ESTÁS LEYENDO
Voluntad de fuego
FanficRegalito para una amiga muy preciada ❤️. Una versión donde Rengokou no muere, donde los planetas se alinean y él termina teniendo una pequeña pero grandiosa historia de amor.