Capítulo 1. Kim Seokjin.

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Es un hermoso jueves, nubes blancas y esponjosas bailan en un claro cielo azul, mientras la luz se filtra a través de los grandes ventanales de la cafetería, iluminando todo el lugar de paredes altas pintadas de rosa y blanco, mesas color crema y cómodas sillas altas color blanco, que encuentras encantadoras por qué en ellas puedes balancear tus piernas graciosamente arriba y abajo.

Te encuentras disfrutando de tu bebida favorita: un macchiato de caramelo, y dibujando en tu libreta las lindas y tiernas caras de las personas que se encuentran afuera, pasando despreocupadas apurándose hacia sus destinos, mientras tu elaboras historias de sus vidas, inadvertidos de tus pensamientos.

‘Éste trabaja en una oficina como editor, pareciera que es frío y calculador por que es muy honesto y directo, pero en realidad es una persona muy amable y leal. Se encuentra en camino a encontrarse con la escritora que le gusta; ella es una de las mejores escritoras de novelas en la empresa para la cual trabaja. Y, él se está preguntando si debería invitarla a salir o no, ya que su mejor amigo también está enamorado de ella. Aunque, ellos dos ya se han besado en el pasado, después de que su amigo hubiese terminado su relación con ella.’ – Estás pensando concienzudamente en tu cabeza.

Entonces, puedes sentirlo, este día es demasiado perfecto, la ansiedad comienza a acrecentarse en tu interior, esa sensación de que algo está a punto de suceder, tus palmas están sudando y el corazón te late rápidamente con fuerza. Inhalas profundamente y decides salir corriendo de ahí cuanto antes, tomas tus cosas desperdigadas en la mesa y sin reparos las avientas dentro de tu mochila.

Tan pronto como te has levantado de tu silla chocas con algo, o más bien, alguien. Tu bebida, la cual se encontraba en tu mano ahora se encuentra derramada sobre una camisa blanca, escurriéndose en el piso.

‘¡Grandioso! Lo sabía, este día era demasiado perfecto y tenías que arruinarlo todo.’ – Piensas en tu mente, regañándote en tus adentros mientras sientes las lagrimas formarse en tus ojos, te sientes tan tonta que ni siquiera puedes levantar la vista para mirar a quien le has arruinado el día.

—     “Lo lamento muchísimo, de verdad” – Dices avergonzada con una voz casi quebrada, aguantándote las ganas de llorar, aún renuente a mirar a la pobre víctima de tu más reciente ataque de pánico.

—     “¿Te encuentras bien? – Una voz tranquila te pregunta y puedes sentir una cierta preocupación en su tono. No puedes creer que acabas de derramar tu bebida por todo el lugar y sorprendentemente esta persona está más preocupada por esta tonta tú. – “Whoa! No te preocupes, todo va a estar bien. – La voz agrega mientras un par de manos masculinas sacuden con una servilleta la camisa blanca, ahora manchada con café.

Finalmente decides mirar hacia arriba, sólo para encontrarte con un par de hermosos ojos café mirándote con una entrañable calidez, una tranquilidad comienza a invadirte y en cuestión de segundos te encuentras escaneando su cara, sus ojos como almendras, una nariz alta, sus labios carnosos y rosados, y una quijada afilada. Su cabello café, medio largo y de raya a un costado. Tiene una cara perfecta.

Sacándote de tu fantasía, apuradamente empiezas a mirar a tu alrededor por más servilletas, encuentras algunas regadas en una mesa cercana, así que te apresuras a tomarlas, cuando regresas se las entregas de manera brusca, casi empujándolas en su pecho; puedes darte cuenta que no solamente es bien parecido, sino que también es alto y tiene unos increíbles hombros anchos contrastados con su pequeña cintura, su cuerpo es delgado pero en forma. Es absolutamente perfecto.

Una cita con Bangtan BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora