𝙴𝚙𝚒𝚜𝚘𝚍𝚎 1 ✔︎

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Mis ojos se cerraron por inercia, mi cabeza empezaba a caer sin llegar a golpearme en el mostrador, solté un suspiro de aburrimiento y me acomode mejor en mi silla

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Mis ojos se cerraron por inercia, mi cabeza empezaba a caer sin llegar a golpearme en el mostrador, solté un suspiro de aburrimiento y me acomode mejor en mi silla.

Pasaron media hora y no había ningún alma perdida allá afuera que tuviera ganas de comprar algo a media noche, pero realmente... ¿Habría alguien? No, yo creo que no. Los únicos clientes que suelen comprar a esta hora, son los vecinos que siempre hacen fiesta, y que para mi gran suerte, por la mañana, cuando regreso a casa, ya no hay más ruido que moleste mis sensibles oído. 

Pasó mi mano por mi rostro, tratando de espantar un poco el sueño que empieza a invadirme, giro mi cabeza y miro el reloj que está pegado a la pared, detrás de mi.

4:30 de la madrugada. Genial.

Suelto un bostezo y miro hacía fuera del lugar. El viento sopla como si fuera a llover en cualquier momento, para ser Octubre, el clima esta más frío que el año pasado, gracias a dios y cargué conmigo mi chaqueta y unos jeans muy cómodos y abrigados, no quiero tener que pescar un resfriado por ser descuidada, estaría el doble de aburrida si eso llegase a suceder. 

Talló mi ojo y  decido que es hora de que amarre mi cabello en una coleta alta, ya que al estar adentro de la tienda, la cual no tiene aire acondicionado; empieza a ser caluroso para mi.

Si mama y papa me hubieran que terminaría de esta manera al venir a Corea, les hubiera echo caso y me hubiera quedado encerrada en aquel convento de monjas rebeldes,  en el cuál, estaba a un paso de estar dentro de por vida. Mis padres son religiosos, así que también me inculcaron un poco de eso, y para ser honestos, no le tomé mucho aprecio, pero igual se los agradezco, al menos si llega a suceder algo malo, puedo ponerme a rezar como es debido y no balbucear puras incoherencias.

Tengo mis estudios terminados, pero jamás escogí una carrera en cuál estudiar, así que simplemente me adapto a cualquier trabajo, siempre y cuando, la paga sea realmente buena, como en este caso; no voy a estar perdiendo horas de sueño por nada, no estoy tan loca.

Bostezo por décima quinta vez, y recargo ambos codos en el mostrador, mientras mis manos sostiene mi cabeza. Mi mirada queda fija en el suelo y empiezo nuevamente, a dormitarme.

Ser una chica Omega religiosa en aquellos tiempos, me llevo a ser alguien aburrida, ya qué, según la palabra de Dios, la mujer no puede tener relaciones sexuales con nadie, hasta el matrimonio, hasta encontrar a su pareja destinada o hasta estar marcada por un Alfa, tampoco puede beber alcohol, porque eso es pecado y tampoco puede ir a fiestas, por qué eso es del demonio, en resumidas cuentas; yo quería pecar, pero mis padres eran los pastores que me llevaban por un buen camino, según ellos.

Hasta que decidí salir de casa y vivir por mi propia cuenta. Aún recuerdo ese día, hace tres meses, cuando un día me desperté con ganas de hacer enojar a mis padres hasta que les salieran canas verdes. Ese día salí de casa con mis maletas, diciéndoles "Estoy lo suficientemente grande, yo se lo que quiero y lo que necesito, Adiós mama, Adiós papa". No se opusieron, simplemente me dieron algunos fragmentos de la biblia, y los compartieron conmigo, por una hora, y después, me dijeron adiós.

Gᴏᴅ ɪs ᴀ Wᴏᴍᴀɴ   |ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ|  Tᴀᴇɴɴɪᴇ ✓ omegaverse +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora