John estaba pidiéndole matrimonio de nuevo.
-¿En serio quieres que nos casemos? ¿Por qué? -preguntó María sorprendida.
-¿Tan difícil te resulta comprender que te quiero? Es la segunda vez que te pido matrimonio...
-¿Es por el bebé? -le preguntó María.
-Por supuesto que no es por el bebé... Te quiero y quiero estar siempre que pueda contigo -le dijo John mientras le acariciaba el rostro suavemente-. No quiero dejarte y regresar a mi trabajo, y aunque sé que es difícil, creo que podríamos intentar estar juntos. Y vuelvo a decirte que no es por el bebé, es por ti...
-Pero... -dijo María mientras John la abrazaba y la acercaba más a él.
John giró su cuerpo para besarla mientras evitaba que ella continuara hablando.
-Antes de marcharme, aceptaste casarte conmigo; quiero atarte a mí con todas las leyes posibles. Quiero coger ese vuelo como un hombre casado.
María sonrió sin poder evitarlo, John creía que las cosas en España funcionaban tan deprisa.
-Eso no sería posible, los trámites llevan su tiempo...
-Entonces... ¿Te casarás conmigo antes de marcharme? -preguntó John deseoso de escuchar que sí.
-John no hace falta ningún papel que diga que estamos casados. Nuestro hijo y el amor que te tengo es más que suficiente para estar unidos. No necesito un documento que acredite que eres mi marido. Con el tiempo podrías arrepentirte...
-Necesito saber que eres mi mujer y que además lo sabes. No sé si cuando vuelva a la base y regrese de la misión, estarás aquí. Podrías arrepentirte...
-Te prometo que no volverá a pasar. Lo hice pensando que era lo mejor para ti. No me moveré de un sitio sin comunicártelo antes y no habrá día que pase sin decirte algo, te lo prometo.
-No es suficiente, María. Cásate mañana conmigo -rogó John.
El silencio se hizo entre ellos mientras María terminaba por decidirse.
-Dime que sí, te lo ruego... -volvió a insistir John mientras la miraba enamorado-. Por lo menos déjame averiguar si alguien podría casarnos.
María elevó el rostro sobre la almohada y dándole un beso en la barbilla, le dijo:
-Está bien, tú ganas. Me casaré contigo si no te importa casarte con una mujer como yo pero va a ser imposible encontrar a alguien dispuesto a casarnos tan rápido. Los ayuntamientos están cerrados, acuérdate que hoy es sábado.
John sonrió sin que María lo advirtiese en la oscuridad y entre beso y beso le aseguró que jamás se arrepentiría.
Al día siguiente, lo primero que hicieron fue dirigirse al hospital. Éste disponía de una pequeña capilla donde se atendía a diario las necesidades religiosas de quienes lo solicitaban. Si al capellán le extrañó la petición de aquellas dos personas lo disimuló muy bien.
-¿Me están diciendo que quieren que los case ahora mismo? -preguntó el incrédulo el religioso.
-Sí, señor.
-¿Se están dando cuenta que hoy es sábado y que no se puede hacer ni un solo trámite? -preguntó de nuevo el capellán.
-He tratado de explicárselo pero quería que él se convenciera. No termina de creerme -le aseguró María sonriendo sentada en la silla de ruedas.
ESTÁS LEYENDO
LA GUARDIA (Completa)# 1º Premio Romance Gemas Perdidas 2019
RomanceEl sargento John McRaven es un militar perteneciente al 10º grupo las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos ubicado en Fort Carson (Colorado). En una operación de coordinación internacional entre las agencias de EE.UU. y España, el milit...