✑𝑰'𝒎 𝒏𝒐𝒕 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒏𝒈 𝒉𝒐𝒎𝒆 (Parte 1)

390 16 0
                                    

Cáncer- Etapa: Avanzado.
Requiere operación y tratamiento urgentemente.

Era lo primero que había leído al despertar. Mi costumbre era levantarme e ir a verificar que nos había llegado por correo, pero creo que nada nunca me dejó tanto en shock como este sobre.

Me había sentido mal tanto tiempo pero no pensé que ese fuese mi resultado de unos estudios que me hicieron. Pero así es la vida, un vaivén de emociones que nos constituyen como ser humano; ahora me tocaba disfrutar todo lo que no había hecho en todos estos años por miedo, pero en estos momentos ya no tenía que perder.

Veía el color azul del cielo mientras esperaba a mi prometido, sabía que tenía que esperar horas y horas pero eso me daba tiempo para pensar en como decirle que posiblemente moriré antes de poder darle el “acepto” en esa bonita iglesia que habíamos escogido hace meses. Me entristeció el hecho de pensar en todo lo que ya habíamos planeado, en lo que queríamos hacer y todo eso se fue a la basura; sabía que el cáncer te destroza tu poca vida, tu poco espíritu. ¿Y cómo lo sé? Porque soy psicóloga y tenía pacientes con esta enfermedad, los veía siempre tristes y con ganas de ya no seguir, demacrados y cansados en el aspecto físico al igual que el aspecto emocional, muchos de esos ya descansan en paz, al fin tuvieron esa paz tan anhelada desde que les dijeron que tenían cáncer. Pero yo, tengo que aguantar por ese chico sonriente y admirable que quiere ser mi esposo.

Y seguía viendo hacia el cielo, que no me di cuenta cuando llegó ese ser de luz. Su sonrisa me iluminaba por completo haciéndome sentir la mejor persona, sus besos me transmitían una energía que no se imaginan y después sus abrazos por la cintura, era la cereza del perfecto pastel.

— ¿Qué hiciste hoy, pequeña?-. Me preguntó dejando sus cosas en una silla del comedor-. Desde que llegué, te vi sentada en la ventana viendo para arriba y te veías, no sé, triste. Cuéntame todo.

Se sentó y yo trague saliva. ¿Enserio le diré a ese bello ser que estoy por morir?

— Uhm, cariño. No sé cómo decirte esto... Yo... Yo... -. Respire profundo y una lágrima recorrió mi mejilla, mientras él me veía preocupado-. Yo tengo cáncer. ¿Ves que me sentía mal y fuimos hacer estudios? Pues me dijeron que tengo cáncer en una etapa avanzada y debo llevar tratamiento...

Él leía con rapidez aquel papel, con lágrimas en sus mejillas y sus labios temblando.

— Necesitamos ir ya a que te den tu tratamiento, a que hagas las cirugías y quimioterapias en caso de necesitarlas. Vamos ya, bebé-. Se veía tan desesperado, incluso me dio un poco de ternura pero él sabía mi postura a ello-.

— bebé, sabes mi postura y si tomaré el tratamiento pero quiero vivir todo aquello que no he podido, aventarme de un avión, bailar encima de la mesa de un bar, ponerme ebria con mi mamá al lado y casarme contigo. No quiero vivir encerrada en un maldito hospital con comida de una gelatina sin sabor-. Dije sin tantear las palabras-. Por favor, no me hagas sentirme más como una enferma y hazme sentir como tu chica.

— ¡necesitas estar en un hospital de ser necesario, TN! No voy a dejarte morir así como así, tenemos planes y te necesito más que al aire que respiro todos los días.

— Eso es dependencia emocional.

— ¿Crees que no lo sé? Por eso debemos ir ya al maldito hospital, ¡apúrate! -. Sabía que el calor del momento y mi posible muerte le habían afectado pero no quería que fuera así antes de haber poder irme.

— Bebé, escúchame -. Me levanté y le tomé sus pómulos para que él me pudiese ver-. Estaré en el hospital y tomaré las cosas necesarias para poder alargar mi vida, pero no me pidas ser eterna y menos con esta enfermedad. Viste lo que le pasó a Emy y a Bart, ellos tenían eso y por más que lucharon por su vida, fallecieron... No quiero decir que yo tendré el mismo destino pero debemos a ponernos a pensar en todas las posibles cosas que podrían suceder. Así que deja el estrés y conversemos como las personas adultas que somos.

Se sentó y pudimos conversar tranquilamente sobre mi enfermedad. Le hice ver que si moría no era su culpa y que cualquier cosa que llegase a pasar, estaría ahí para él aún sino me podía ver. Después de llorar como niño pequeño en mis piernas, se durmió. Acariciaba su lindo cabello gris y veía su linda cara descansando; él no merecía a una prometida enferma o alguien que no pudiese darle lo que él necesitaba, no obstante, a pesar de no ser lo que él necesitaba, trataría de mejorar y de vivir todas aquellas experiencias que le negué en el pasado. Haría todo por verlo sonreír en los meses o semanas que me quedaban de vida.

☀ Hoseok Reactions ☀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora