INCONDICIONAL

2

Los Granh emplearon todo tipo de estrategias, desde sobornar a una criada de los Roth para conocer el itinerario de la Gran Señora hasta mezclar sus actividades para crear un encuentro fortuito.

Basta decir que funcionó.

— Señora Ghran, yo respeto a su familia y aunque no nos encontremos en el mismo estatus, — la Gran Señora agrió su gesto. — realmente quise aceptar a Melanie, pero no es lo que esperaba.

— ¿A qué se refiere, señora Roth?

La madre de Matthew no sabía cómo disimular su disgusto, así que no le quedó de otra que decir la verdad.

— Melanie no tiene lo necesario para ser futura señora Roth, — al ver que Leticia fruncía el ceño, decidió ser más arrogante de lo que era y le dijo todo olvidando sus modales. — Señora Grhan, vi a su nieta detrás del heredero de los Wallace, al verlos juntos no solo me sentí insultada sino que pude ver que a ella le sobra el título de ser mi sucesora.

Leticia estaba tan furiosa que no pudo responder, vio el rostro arrogante la señora Roth y se preguntó cómo la aceptaron para ser la nuera de su ya fallecida amiga.

En casa de los Grhan.

Leticia no se guardó nada y arremetió con la hija de Kade, haciendo que toda la familia la mire con desprecio. En ese momento maldecía a su hija con rabia y estaba a punto de desmayarse cuando Doth, su actual esposo y el amor de su vida, la sujetó de la cintura susurrando palabras reconfortantes.

— Mamá, ¿no le hablaste sobre Anna? — preguntó su última hija, Cleor.

— ¿Cómo querías que lo hiciera? Estaba molesta con Melanie porque andaba de perra detrás del muchacho ese.

"¿Por qué atrae a basuras como los Wallace? Si están en un estatus inferior que el nuestro", pensó Leticia.

— Seguramente piensa que todas las mujeres Grhan son así — opinó, Zackarias, el jefe de la familia que rara vez hablaba.

En ese momento, Bernal entró rapidamente con una sonrisa en su rostro. Fue directo a abrazar a su sobrina como si fuera un tesoro.

— Te dije que funcionaría.

— ¿De qué hablas hermano?

— Cleor, familia, conseguí que los Roth inviten a una cena a nuestra querida Anna. ¡Una cena este fin de semana!

"¿Qué?" Creían que era una broma.

— No puede ser... ¿¡Tenemos esperanzas!?

Inmediatamemte, Cleor dio un grito de júbilo que soprendió a todos. Nadie la regañó ya que estaban anonadados con la noticia y a la ves, emocionados.

Anna contó cómo Matthew le invitó a salir después de que ocasionaran un "accidente" propuesto por su tío y que al final se convirtió en una cita.

Todos estaban felices y llenaban a Anna de alagos por salvar a la familia y por fin convertirse en la quinta familia más influyente y quizá, si Sabrina conquista al heredero de los Dount, ser la familia número uno de todo Feinch.

Fantasear con ese futuro hacía que todos ríeran de dicha, orgullosos de su familia y lo que podían conseguir con ella.

Solo había alguien que no estaba feliz, alguien que tenía un lado de la mejilla hinchada y que se ponía una compresa de hielo para parar el dolor.

Estaba molesta por su familia, se supone que se casaría con Matthew y que salvaría a su familia ganando un poco de respeto.

Ahora todos sabían que Kevin Wallace la cortejaba. ¿Cómo pasó todo esto?

!Qué frustrante!

Al día siguiente, Melanie despertó de mal humor lo cual contrastaba con el de todos que estaban reunidos en la mesa para el desayuno. Nadie la esperó.

— Papá, tranquilo. Lo único que tenemos que hacer por si la señora Roth se pone en nuestra contra, es contar con los Vangor.

— Anna, los Vangor son nuestra competencia, no podemos hacer eso. — Cleor empezó a dudar del plan familiar.

— Por eso tenemos que usar ciertas estrategias, como lo son los rumores y la represión económica que será de parte de los Long, así creerán que los Roth quieren sabotearlos.

— Correcto, tío.

— Cleor, limítate a comer y no interrumpas — aseveró Leticia.

Su hija menor bajó la cabeza, pero solo duró unos segundos antes de volver a abrir su boca parlanchina.

Y así planeaban utilizar a la séptima familia, de la cual Bernal era amigo. Además, los Grhan estaban aprovechando que casi no existan hijas listas para el casamiento en las otras familias, excepto los Vangor y ellos.

Sabrina era una de ellas, la hija de diecisiete de Bernal y Sele, esta última casi siempre estaba en casa de sus padres y a la cual no consideran digna de ser una Ghran aunque tenga más herencia que su marido.

Anna estaba encantada de ayudar a su familia y sobre todo de ser una Roth, claro que tenía la intención de dirigir esa familia en nombre de la suya, casi el mismo plan de odos sobre poner en un aprieto a los Roth para aceptarla y ceder ante los Grhan.

— Por fin decidiste despertar, señorita Melanie.

— Lamento la tardanza, abuela.

— Ya te dije que no me llames así — siseó.

Melanie no tuvo otra opción más que bajar la cabeza ante el desprecio de sus abuelos y su madre, mientras  mordía sus labios con fuerza al ver la sonrisa burlona de Mike, su primo, hijo de Cleor y Poly.

— Mel acompáñanos — sugirió Anna con una sonrisa dulce hacia su hermana mayor.

Melanie buscó un sitió y afortunadamente, se sentó junto a Poly, su agradable tío.

— Supongo que somos los ignorados — bromeó Poly.

Mel rió con discresión para no interrumpir a su familia que seguía hablando de su plan y los cambios en la empresa.

— Tío Poly, crees que...

— Papá, ¿por qué hablas con ella? —Mike reaccionó.

Melanie estaba molesta porque la interrumpieron, pero Poly estaba peor, aunque rara vez se enfadaba, tampoco soportaba las groserías de su hijo.

— Cállate, mocoso insolente.

— ¿Qué pasa ahí, Polifacio?

— Abuela... — Kevin intentaba quejarse con su abuela ya que era el consentido y el mayor de sus nietos, pero Melanie y Poly le pelizcaron haciendo que apretara los puños y cerrara la boca.

— No pasa nada, mamá. Kevin no tiene apetito.

Inmediatamente, su abuela ordenó su comida preferida haciendo que Kevin le dé una mirada autosuficiente a su prima Melanie que comía avena.

Poly y Melanie, entendieron que sí. Efectivamente, ellos eran los desterrados e ignorados.

— Definitivamente, lo somos, tío Poly.

Él tambien suspiró, sabiendo que eran como una plaga para su "familia".