Todos estaban en la sala, se suponía que JiMin debía llegar hace unos treinta minutos pero Heesoo había llamado hace un momento para decir que había un pequeño problema con JiMin y cuestiones de seguridad, pero que ya se encontraban cerca de la propiedad familiar. Todos los empleados y la familia esperaban por él como si se tratará de algún rey o algo por el estilo.
TaeHyung comenzó a jugar con los anillos de su mano derecha, había algo en el ambiente que lo hacía ponerse ansioso, Namjoon lucía un poco molesto, sabía que a su hermano no le agradaba mucho JiMin, de hecho el rubio nunca se había llevado muy bien con ninguno de ellos.
Admitía para sí mismo que aquello era más culpa de ellos que de JiMin, su primo siempre fue tímido, además, él y sus primos por un tiempo le guardaron cierto odio a JiMin, pues él siempre acaparaba la atención de todos, incluso la de su abuelo.
Y creciendo en una familia como la suya, que constantemente estaba bajo el escrutinio público, destacar por buenas razones era difícil pues la gente siempre se fijaba en lo malo, pero eso nunca pareció pasar con JiMin.
JiMin siempre fue el favorito de la prensa y de su abuelo, cuando era niño pensó que era debido a JiMin y que al ser mejor que él en todo su abuelo lo amaba más, pero cuando cumplió quince y pudo entender mejor toda la situación se dio cuenta que no era así, JiMin no era el favorito de su abuelo, de hecho se atrevía a decir que de todos sus nietos JiMin era a quien menos quería Seungho.
Fue darse cuenta de aquello que decidió tratar de ser más cercano a su primo quien siempre había estado solo, pero ya era tarde, JiMin se había encerrado más en sí mismo y las intenciones que alguna vez tuvo el rubio de acercarse a ellos habían desaparecido. Por eso mismo no le extrañó cuando JiMin decidió irse a Nueva York en lugar de Namjoon, además nunca fue particularmente cercano ni a su padre o al abuelo Seungho por lo que casi no lo veían y solo sabían de él por fotos o noticias en la televisión.
Todo eso hacía está reunión aún más incómoda pues pronto JiMin sería el director de todas las empresas, como presidente tendría decisión sobre cada división del grupo Seo lo cual era preocupante pues, él se encargaba de la división de moda y Namjoon manejaba casi todos los negocios en Asia en cuanto a tecnología, por otro lado Hoseok era quien veía los hoteles y centros comerciales. Eso los hacía asistir a todas las reuniones del Consejo y juntas directivas con su abuelo, pero cuando JiMin tomará todo el control de las empresas eso podía cambiar.
Tenía muy claro que ninguno le agradaba mucho a JiMin pero esperaba que él rubio separará los asuntos personales de los negocios o él, su hermano y primos se quedarían sin trabajo muy pronto.
—Ya tardo demasiado—mencionó Hoseok—. ¿Creen que algo le haya pasado?
—No me paso nada.
Todos miraron hacia la entrada de la sala donde JiMin estaba de pie, lucía mucho más pálido de lo que recordaba, tenía los labios partidos y el borde de los ojos ligeramente rojo al igual que la punta de su nariz.
—JiMin, querido—llamó su madre acercándose al rubio para darle un fuerte abrazo.
—Hola—murmuró JiMin separándose de Ji-Hyo.
Todos sus tíos se acercaron a saludar a JiMin de forma cariñosa tratando de darle consuelo tras la muerte de su abuelo, aquello solo lo hacía sentirse más incómodo de lo que ya estaba, no es que JiMin no quisiera a su familia, no exactamente, pero tampoco eran sus personas favoritas en el mundo. Sinceramente conocía menos a sus tías y los esposos de estas, de lo que conocía a los empleados de la casa de su abuelo.
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Royalty
FanfictionTras la muerte de Park Seungho , presidente de uno de los Chaebol más grandes de Corea del Sur se abre una investigación para dar con la causa de su muerte. Lo que en un principio se consideró como un accidente podría no serlo. Tal vez alguna ex a...