Royalty

3. Inesperado

JungKook se acomodaba la corbata de su traje, viendo su reflejó en el espejo, apreció el bonito traje que usaba, era completamente negro y sólo resaltaba la camisa blanca que traía debajo, de hecho su traje y el de su novio, TaeHyung,  eran prácticamente iguales sólo que el castaño usaba una camisa azul marino con pequeños volantes en el pecho por lo que tampoco usaba corbata. 

Faltaban treinta minutos para que comenzara la ceremonia en memoria de Seungho, y todos estaban preparándose, habría una pequeña ceremonia en la casa antes de que todos fueran al templo donde dejarían descansar las cenizas del abuelo. 

Todos parecían muy tensos, sabía que la casa estaba rodeada de reporteros que esperaban cubrir la nota del evento fúnebre, la mayoría de los miembros de la familia se encontraban un poco distantes,  cada quien sobrellevando el dolor de la forma en la que mejor lo sentían. SeokJin y Namjoon se mantenían más apartados, Namjoon siendo el que menos había hablado en los últimos días, por otro lado los primos de TaeHyung: Hoseok y Jaewo, junto con sus padres, lucían muy decaídos pero trataban de no mostrar su pena alrededor de toda la familia. 

TaeHyung y él lo llevaban en privado, su novio no quería mostrará su dolor y pena delante de todos y se estaba apoyando mucho en él para tratar de superar la reciente pérdida, los primeros dos días había llorado casi toda la noche, pero lentamente se abría para hablar y poco a poco dejar salir todo su dolor. Ellos estaban llevándolo bien hasta ahora, cada día un poco mejor que el anterior. 

Todos en la familia estaban apoyándose mutuamente y era reconfortante saber que todos contaban con el apoyo de todos para salir adelante después de la triste noticia. 

Excepto por una persona. JiMin. 

A JungKook le preocupaba que JiMin no había hablado con nadie sobre la muerte de su abuelo, evitaba a su familia tanto como le era posible, se saltaba comidas o asistía a juntas para la nueva administración de las empresas. Casi no lo veían y la charla que habían tenido en la cocina hace unos días no se había vuelto a repetir. 

JiMin siempre se veía solo. El único que parecía acercarse al rubio era Jaewo y ni siquiera parecían realmente cercanos. 

—¿Listo? 

Mirando sobre su hombro se encontró con los ojos castaños de TaeHyung, asintió a la pregunta y caminó hasta estar frente a su novio, lo estrecho entre sus brazos y beso suavemente su cuello. 

—¿Cómo te sientes?—murmuró sobre la piel tibia.

—No quiero hacer esto —admitió en un murmullo. —Sé que debemos hacerlo, pero aún no me siento listo.

—Está bien —aseguró con tranquilidad—, cada quien lleva las cosas a su ritmo —TaeHyung asintió—. Sólo recuerda que estoy aquí para ti.

—Gracias. 

Se besaron brevemente antes de salir de la habitación, todos esperaban por ellos en el recibidor. 

—¿Todos están listos?. 

JungKook miró a la mujer que había hablado, era Dahyun, la madre de Jaewo. Todos se miraron entre ellos en el recibidor. 

—Falta JiMin—Hoseok levantó un poco la voz, a lado del castaño estaba JiYeon, su novia. 

—El amo JiMin no estara presente en la ceremonia, fue directo al templo para asegurarse de que el servicio sea adecuado. 

La mujer mayor dio una leve reverencia y salió de la habitación. 

—Ese niño— el tono reprobatorio fue muy claro pese a que DongGyun, el padre de Tae y Namjoon, susurró por lo bajo las palabras.